Sorprende con un fugaz retorno

El ex goleador brasileño Romario de Souza Faría, campeón del mundo con Brasil en 1994, decidió sorpresivamente volver a las canchas para disputar algunos partidos en la segunda división de Rio de Janeiro con el club América, del cual su padre era hincha fanático.

El Baixinho (Bajito), de 42 años y retirado desde abril de 2008, anunció el miércoles a la prensa que espera lograr su inscripción en una semana para retornar y defender al América, en la Serie B (Segunda) del torneo del estado de Rio de Janeiro.

"Actuaré en uno o dos juegos oficiales para realizar el sueño de mi padre", dijo Romario a periodistas.

Si bien el Baixinho declaró varias veces su simpatía por el América, del cual era hincha su padre Edevair, ya fallecido, hasta la fecha nunca defendió su casaca. En los últimos meses desempeñó tareas administrativas en la directiva.

La única vez que lució la casaca americana fue en un amistoso, en 1995, de despedida de un jugador carioca.

El ex atacante del FC Barcelona, PSV de Holanda y Flamengo y Fluminense de Rio, pretende así dar una mano al América tras el empate 1-1 que sufriera ante el Silva Jardim el miércoles pasado.

Los dirigentes adelantaron que quieren guardarle para la recta final.

Romario no juega un partido oficial desde noviembre de 2007, cuando su equipo de entonces, Vasco da Gama, perdió en su reducto de Rio ante el Internacional por el torneo brasileño.

Los dos últimos goles oficiales que marcó fueron en junio de 2007 ante el Gremio (4-0) por el torneo brasileño. Según cuentas personales, llegó a 1.002 dianas.

El anuncio de Romario se produce en medio de un ciclo aciago por diversos problemas legales, que derivaron en decenas de procesos e investigaciones.

Estos incluyen una condena a tres años y medio y multa de casi 900.000 dólares por evasión fiscal, la subasta de un lujoso apartamento suyo en Rio cotizado en unos 4,5 millones de dólares por deudas impositivas y una investigación policial por supuesta participación en esquema ilegal de juego y la muerte de un apostador allegado.

A mediados de julio Romario estuvo 22 horas detenido en Rio hasta que pagó una deuda de pensión alimentaria de unos 45.000 dólares a su primera esposa y madre de dos de sus hijos.