Las Quintas: reclamo por canillas secas y falta de limpieza de zanjas

Serias falencias en la provisión de agua corriente, la limpieza de zanjas y el control de plagas urbanas, además de carencias en infraestructura básica -como cloacas- están entre las principales preocupaciones de quienes viven en la franja comprendida entre las calles 34, 530, 137 y 143.

"Desde noviembre que estamos reclamando por el agua, porque nos la veíamos venir" recuerda Jorge Cantore, de 32 y 141: "la presión fue bajando cada vez más, y ahora directamente tenemos que esperar a la medianoche para poder recoger algunos baldes. Eso sí, tiene que ser antes de las cuatro de la mañana, porque ahí se corta de nuevo. Es terrible, y esta ola de calor colmó todo lo imaginable".

Yolanda Roa, quien trabaja en una peluquería, explica que "los comerciantes estamos viviendo una pesadilla. Hay insumos que son indispensables en casi todos los rubros, y el agua es uno. En mi caso, desde hace semanas sólo puedo trabajar si me levanto a juntar agua a las dos de la mañana, y la verdad que no es el servicio que uno quiere brindar. Perdemos tiempo y dinero".

"La zona de 35 y 133 debe ser la más olvidada ente todas las que están prácticamente pegadas al casco urbano" sentencia Roberto Torres: "hay calles sin abrir, pastizales y descampados sin mantenimiento. Pasaba un arroyo, y aunque lo entubaron nos seguimos inundando".

Bajo jurisdicción del Centro Comunal San Carlos, el barrio tradicionalmente llamado Las Quintas tiene mayoría de calles con cinta asfáltica; hay agua corriente y gas natural, pero no existe cobertura plena de cloacas. Los desagües pluviales corren por zanjas a cielo abierto o entubados por los propios vecinos. La recolección de residuos domiciliarios es cotidiana.

El servicio de autotransporte lo prestan diferentes ramales de las zonas municipales Oeste y Sur. La Unidad Sanitaria 20 -139 y 34-, y el destacamento La Unión -137 y 524- brindan contención a la zona en materia de salud y seguridad.

TESTIMONIOS

Haydée Mancinelli: "la ausencia de zanjeo es total, por lo que el agua de los desagües se estanca cuando no llueve, y desborda cuando llueve. Así, sólo sirven para criar insectos e inundarnos, y para peor hasta ahora nadie vino a fumigar a este barrio".

Omar Díaz: "el barrio se desarrolló y no se hicieron obras de ninguna clase en consecuencia. La remodelación de 32 llegó sólo a 137, y quedamos afuera. Con el agua, acá todos tenemos nuestras boletas pagas, pero el servicio está empeorando cada vez más".

Roxana Polo: "acabo de venir de la salita y me dijeron que ni se me ocurra darle agua de la canilla al nene, al que llevé porque estaba descompuesto. Así que en caso de que hubiera presión suficiente, igual habría que gastar en bidones. Y eso no está al alcance de todos, hace falta otra solución".