Tras varios días de lluvias intensas, unos dos mil turistas que visitaban el Machu Picchu quedaron atrapados en el poblado de Aguas Calientes, donde esperaban ayer su evacuación
En medio de un territorio inundado y sin otra vía de evacuación que la aérea, unos dos mil turistas, entre ellos seiscientos argentinos, aguardaban anoche en Aguas Calientes, al pie de Machu Pichu, ser rescatados por helicópteros del gobierno peruano. Pero éstos arribaban a cuentagotas y, dado que su capacidad de carga es limitada -apenas unos veinte pasajeros por vuelo- el operativo se desarrollaba con gran lentitud.
A la angustia propia de esa demora y la incertidumbre acerca de en qué momento iban a poder abandonar el poblado se le sumaba ayer la bronca por la dudosa prioridad con que viene desarrollándose el operativo de evacuación. Distintos turistas denunciaron que ciudadanos norteamericanos y europeos estaban ocupando algunas de las escasas plazas disponibles en los primeros vuelos de rescate.
"Las autoridades de Perú prometen ayuda pero ésta solo llega a cuentagotas. Mientras tanto vemos que se le está dando prioridad a los turistas norteamericanos y europeos. Suponemos que se debe sólo a que sus gobiernos se movilizaron para garantizarles una evacuación más rápida", contó ayer Eduardo Laveglia, un argentino que se encuentra en Aguas Calientes con su esposa y dos hijos, y pasa las noches en el vagón de un tren.
Lo mismo relató Fernando Vujassin tras comunicarse ayer con su hermano, varado también al pie de las ruinas incaicas. De los seis helicópteros que el gobierno peruano dice haber dispuesto para el rescate, "sólo funcionaba uno y era utilizado para transportar a los norteamericanos que pagan 450 dólares. Está claro que las prioridades de evacuación no son los niños y ancianos".
A LA INTEMPERIE
Con esas denuncias de fondo, el grueso de los turistas atrapados por la crecida de los ríos de la región permanecían concentrados en Aguas Calientes. Y si bien algunos se encontraban en hoteles, muchos otros iban a pasar la noche en campamentos y lugares públicos en medio de una gran desorganización.
Quienes no disponen de recursos para costear alojamiento, ya que no tenían previsto permanecer en Aguas Calientes más de una noche, esperaban su evacuación durmiendo en la plaza del pueblo, el mercado, la sede del ministerio de Cultura o en vagones de tren. Y aunque el gobierno peruano ya habría movilizado el envío de víveres, distintos turistas argentinos aseguraban no haber recibido hasta ayer más que agua potable por parte de las autoridades.
En tanto, algunos comerciantes locales habrían empezado a aprovecharse de la situación para multiplicar sus ganancias. Luego de que Aguas Calientes quedara incomunicada por el derrumbe de puentes y sin abastecimiento regular, los precios de alimentos y otros suministros de primera necesidad empezaron a subir, según denunciaron varios turistas argentinos.
Aún así, quienes se encuentran al pie de las ruinas no pueden más que esperar que les llegue el turno de ocupar una plaza en los helicópteros de rescate. Es que si bien durante las primeras horas de ayer algunos turistas intentaron dejar el poblado a pie, la policía peruana tiene montada ya una guardia para impedir que lo hagan dado el alto riesgo que implica tal decisión.
Tras varios días de lluvias intensas, que se cobraron ya cinco víctimas en la región, los ríos se encuentran desbordados, los senderos interrumpidos por el agua y los aludes son una amenaza latente para cualquiera que se interne en el monte.
NO MENOS DE 36 HORASLo cierto es que hasta anoche nadie podía precisar cuánto tiempo demandará la evacuación de todas las personas atrapadas en ese centro turístico. Dado la escasa disponibilidad de helicópteros, las autoridades argentinas en Perú calculaban que el operativo no tomaría menos de 36 horas en completarse. Sin embargo, esto depende en gran medida de que las condiciones climáticas lo permitan.
"Nosotros no tenemos la solución para sacarlos ya que el operativo de rescate está a cargo del gobierno peruano", explicó ayer el embajador argentino en Perú, Darío Alessandro, quien aseguró no obstante que los turistas en Aguas Calientes están fuera de peligro y que las acciones para rescatarlos se encuentran en marcha.
Según precisó el diplomático habría diez helicópteros del gobierno peruano destinados a las tareas de rescate y otros dos de la empresa argentina en ese país PlusPetrol iban a sumarse ayer al operativo.
La intención es trasladar a los turistas hasta a Ollantaytambo, desde donde serían llevados en ómnibus a Cusco. "Si el buen tiempo lo permite, calculamos que mañana (por hoy) podrían estar todos evacuados", dijo Alessandro.
Si bien el ministro de Turismo de Perú, Martín Pérez, aseguró que el abastecimiento de alimentos en la zona está garantizado para los próximos cuatro días, el embajador argentino reconoció que "hubo complicaciones" para la obtención de víveres en Aguas Calientes. "Las autoridades han repartido arroz y algo de agua, pero creemos que los turistas van a pasar una jornada complicada hasta que lleguen a Cusco", dijo.
Con esas denuncias de fondo, el grueso de los turistas atrapados por la crecida de los ríos de la región permanecían concentrados en Aguas Calientes. Y si bien algunos se encontraban en hoteles, muchos otros iban a pasar la noche en campamentos y lugares públicos en medio de una gran desorganización.
Para comentar suscribite haciendo click aquí