Una antigua carta de amor busca llegar a destino

Agustina guarda el largo mensaje de amor como un tesoro, mientras Paulo, su padre, lleva un día de búsqueda en internet tratando de encontrar al destinatario de tan románticas palabras. La nena de 10 años halló la carta tirada en la puerta de la casa de su tía, en 519 entre 1 y 2. Fue escrita desde Bariloche hace más de cuarenta años; la firmó Susana y estaba dirigida a Osvaldo.

A la enamorada la inspiró la belleza del entorno que la rodeaba el 5 de enero de 1968 en el Servicio Argentino de Campamento, en Colonia Suiza, donde paraba, a la orilla del lago Moreno, "de agua preciosa", y cerca del cerro López, "de una vegetación exuberante". La guió a escribir también su deseo de compartir con su amado la vivencia de "un paisaje maravilloso" que descubrió al conocer La Cascada de la Virgen, Bahía López y el lago Escondido: "me gustaría mucho tenerte conmigo porque cada cosa que veo me gustaría verla con vos. Me gustaría hacerte comprender el secreto que encierra cada árbol, cada piedra".

Después de manifestar su admiración por la naturaleza de la región rionegrina, la joven de entonces se deja llevar por los sentimientos hacia su novio y a continuación de un "te extraño" le dice que "aunque acá salga con chicos te quiero a vos, te pertenezco, porque te lo prometí, y aunque ahora sean muchos los kilómetros que nos separan, el amor sigue siendo el mismo".

El final de la carta es el clásico de las décadas pasadas. "Te despide tu novia -saluda a Osvaldo-, que mucho te recuerda y más te quiere".

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