Alertan por los brotes de alergias durante el verano

Las enfermedades alérgicas, propias de esta época, comenzaron a hacer su llegada de la mano de la reaparición de los alergenos típicos, y frente a ello un informe del Comité de Estudios de la Estación Aerobiológica Buenos Aires, que estudia el impacto medio ambiental sobre las enfermedades alérgicas, puso de relieve los factores de riesgo, entre ellos la presencia de granos de polen de diversas especies vegetales que no sólo están en primavera, las picaduras de insectos, ciertos alimentos estacionales, y exposición al sol.

Respecto al polen, elemento fecundante masculino de las plantas que poseen flores, provoca gran congestión ocular y nasal con intenso lagrimeo, picazón de ojos y nariz, estornudos frecuentes y descarga de abundante mucosidad acuosa por las fosas nasales, en lo que se conoce como rinorrea.

El informe sostiene que también suele desencadenar crisis de asma, y que muchas veces los síntomas son de tal intensidad que disminuyen considerablemente la calidad de vida del afectado. En este marco, la entidad recomienda "mantener las ventanas cerradas en las horas de máxima polinización (últimas horas de la mañana y primeras de la tarde); disminuir las actividades al aire libre durante las horas de mayor presencia de polen en el aire; mantener cerradas las ventanillas cuando se viaja en coche y utilizar aire acondicionado con filtros para polen; y usar anteojos de sol para disminuir el impacto de los granos en las conjuntivas de los ojos".

Y en caso de sufrir síntomas, se destaca que en la actualidad existen medicamentos que los alivian y tratamientos inmunológicos que producen la desensibilización específica a estos agentes.

LOS INSECTOS

Las picaduras de insectos también son un factor de riesgo que afecta a las personas alérgicas, ya que cuando aumenta el calor los insectos aparecen con mayor frecuencia, y muchos no vuelan si la temperatura es inferior a 13 grados.

"Las picaduras de abejas, avispas y hormigas coloradas -remarcaron los especialistas- pueden llegar a ser muy severas y, en ocasiones, provocan reacciones anafilácticas algunas veces mortales, sobre todo en individuos muy sensibles. Cuando una persona presenta una reacción anafiláctica le aparecen ronchas en grandes áreas del cuerpo, inflamación e hinchazón en la garganta, la lengua y la glotis, presenta dificultad para respirar, mareos, dolores abdominales, náuseas, vómitos y, a veces, convulsiones".

Cabe destacar que en la actualidad se puede resolver esta hipersensibilidad con vacunas que contienen los venenos de estos insectos, administradas en dosis progresivas.

LAS REACCIONES AL SOL

También en verano suelen aumentar las alergias cutáneas, tales como urticaria y eczema. El calor y la exposición al sol las favorece por la vasodilatación que provocan.

"La exposición al sol de manera frecuente -señala el informe- es muy agresiva para la piel y lo es más si ésta es prolongada. La piel se arruga, se torna áspera, se descama, pierde elasticidad, y queda predispuesta a la aparición de lesiones malignas. El sol genera además problemas alérgicos como la urticaria solar y la erupción polimorfa solar".

La Estación Aerobiológica concluye que "no sólo los alérgicos deben evitar la exposición prolongada al sol, sino todas las personas, pues es un maltrato innecesario para la piel. Para exponerse al sol es necesario utilizar protección adecuada con cremas con filtros solares y permanecer poco tiempo y en horarios adecuados que son antes de las 11 y luego de las 16".