Luces y sombras del boom de crecimiento

La actividad económica registró en noviembre un notable crecimiento del 9,8 por ciento, que si bien no fue el más importante del año -en mayo subió un 13,5% y en junio un 11,7%-, es muy pronunciado ya que se compara con un mes del año anterior donde ya había comenzado la recuperación.

Esta suba, que permite un crecimiento en los primeros 11 meses del año de un 9%, será superada, dado que ya se sabe que el ritmo fue aún más alto en diciembre.

Una vez más la actividad industrial, la agricultura -gracias a la muy buena cosecha y la suba de los precios internacionales- y el boom del consumo fueron componentes esenciales del mayor ritmo de crecimiento.

Sin embargo, el Indec se encargó de resaltar que los incrementos se produjeron en todos los rubros, aunque como destaca la UIA en su informe (ver aparte) en algunos sectores el incremento de actividad es más pronunciados.

Pero mientras el ritmo de crecimiento sigue incrementándose sobre la base del consumo y la recuperación agropecuaria, continúan las advertencias sobre un desborde inflacionario, que pone en jaque al menos a alguno de los factores que impulsan a la actividad.

EL FACTOR AGRICOLA

Pero además, la nueva crisis con el campo, jaquea a otros de los pilares de la recuperación de la economía. En efecto, un informe privado establece que la actividad agropecuaria registró un crecimiento del 19,7% en 2010, más del doble que el promedio, que fue estimado en el 8,2%, según la consultora Orlando Ferreres y Asociados.

En efecto, este experto señala que argentina creció un 8,2% en 2010 (sin dudas por debajo de las cifras que difundirá el Indec el mes próximo), y en diciembre avanzó un 9,3% en la medición interanual.

En ese marco, el sector que mayor creció fue la agricultura: 19,7%, más del doble que el promedio. De esta forma, según este trabajo, en 2010 la actividad económica recuperó lo perdido en la crisis de 2009. De hecho, la economía ya se encuentra muy cerca de su potencial, lo que significa que para lograr un mayor dinamismo este año, se requerirán nuevas inversiones que expandan la capacidad instalada, en especial en aquellos sectores donde los cuellos de botella son mayores", indicó el informe.

Y precisamente este es otro de los factores que aprecian los expertos al advertir sobre los riesgos de la economía argentina para este 2011, a contramano de los estudios oficiales que ubican al nivel de inversión interna en su techo histórico para 2010.

EL TIPO DE CAMBIO

Otra de las sombras que se ciernes sobre la actividad es la política expansiva del gasto público y el deterioro del tipo de cambio real. Con un dólar clavado en $ 4,10, la economía argentina pierde rápidamente competitividad debido a la inflación y puede afectar en el corto plazo al sector más dinámico de su industria, es decir el automotriz.

Al respecto muchos observadores señalan entre los posibles riesgos una posible devaluación del real que afectaría la competitividad de los vehículos argentinos en su principal mercado de exportación.

Es que el sector automotor volvió a mostrar la pujanza de meses anteriores con un alza de 35,2% interanual, un crecimiento en el que mucho tuvo que ver las muy buenas exportaciones a Brasil. También, el sector metalúrgico avanzó 28,4 %, por el impulso del sector externo.

DEMANDA

Pese a las presiones inflacionarias, buena parte del empresariado se muestra optimista respecto a la evolución de la actividad para este año. Un 69% de las empresas consultadas por el Indec, según se supo el viernes, estimó que la demanda interna continuará estable este año, en relación con el 2010; mientras que el 24,1% prevé una suba y sólo el 6,9% anticipa una baja.

En cuanto a las exportaciones, el 64% de las firmas anticipa un ritmo estable en las ventas, el 25,6% prevé una suba y el 10,4% estima que disminuirán.