El Lobo fue todo corazón y se trajo un empate de oro

MENDOZA (Enviado especial).- Menos mal que en el final llegó el empate de Lucas Castro, porque sino era muy difícil, casi imposible, explicar las razones por las cuales Gimnasia se quedaba sin nada en su visita a Godoy Cruz. Sí, porque el Lobo jugó un partidazo, lo controló al Tomba durante la mayor parte del tiempo, y eso que estaba frente al equipo que de ganar alcanzaba la línea de Vélez en lo más alto de la tabla de posiciones de un campeonato al que le restan tres fechas para su finalización.

Cuando se completaba el minuto 45, y el partido empezaba a recorrer el tiempo de descuento, que iban a ser tres minutos, Alan Ruiz se animó a pegarle desde el borde del área, la pelota se frenó en un marcador y le quedó servida al Pata, quien con la tranquilidad que siempre se le reclamó aseguró el empate con un toque suave que llegó al fondo del arco tras pegar en el arquero. Grito de empate y grito de justicia, que postergó a los mendocinos en su carrera por el título y alimentó la ilusión de los Triperos, quienes ahora se pusieron un punto arriba de Huracán, que deberá completar su partido contra Estudiantes y es el rival a vencer para llegar al premio de jugar la Promoción.

Gimnasia demostró que viajó a Mendoza a jugarse la vida para llegar un poquito mejor al cierre de la temporada, y por lo que exhibió sobre el terreno hizo ilusionar con que frente a Racing, All Boys y Boca, que son los equipos con los que deberá enfrentarse de aquí en más, bien puede sacar los puntos que necesita para vivir de nuevo la sensación de jugarse la permanencia en Primera frente a un adversario surgido de la B Nacional. Jugó una final anoche el conjunto que ahora está en manos de Darío Ortiz, y dejó en claro que encontró el camino a través del carácter y del juego.

UN PARTIDAZO

Gran primer tiempo del Lobo, de lo mejor que mostró en el campeonato. Ni siquiera la apertura de Ramírez le bajó el perfil a una formación que presionó en la franja central, con dos hombres buscando siempre la pelota, y salida rápida, primero por la derecha a través de Encina, después por la izquierda vía Castro.

Los albiazules se hicieron fuertes en el fondo, devolviendo cada pelota que el Tomba metió al área y fueron los primeros en dibujar una jugada de ataque cuando Encina se soltó por la derecha y ganó metros, en una situación que al final no llegó a fondo pero marcó una idea futbolística.

Gimnasia imponía su presencia en tierra mendocina cuando un tiro libre a los 16 minutos puso en ventaja a Godoy Cruz. Fontanello bajó a un delantero y Donda se hizo cargo de una ejecución que finalizó en forma impensada. El volante le pegó al arco, pero la pelota encontró en el camino la cabeza de Ramírez, quien le cambió la trayectoria y desubicó a Monetti.

Esta clase de golpes, más de una vez derrumbó a los mens sana en este torneo. Sin embargo, esta vez pasó como si nada. Y por eso no extrañó cuando a los 30 minutos llegó el empate de Capurro, con un derechazo alto imposible para el arquero. Antes se lo habían perdido Castro y Graf en una misma jugada, Ahora un bombazo clavó el empate que dejó las cosas iguales más allá de un cabezazo de Villar que pegó en el travesaño.

MAS DE LO MISMO

El segundo tiempo no tuvo la misma intensidad, aunque Gimnasia jamás se resignó. Ni siquiera cuando a los 8 minutos, y con los visitantes manejando campo y pelota, Donda volvió a poner en ventaja al Tomba con un remate desde afuera que el arquero no alcanzó a retener.

Se le complicó de nuevo el panorama al Lobo, que salió a buscar el empate, exponiéndose al contraataque del Tomba, y cuando parecía imposible llegó ese remate de Alan Ruiz que se quedó en un defensor y que aprovechó Castro para gritar un empate que vale muchísimo.