Las nuevas generaciones se mudan más que sus padres

La inseguridad, la falta de espacios verdes, los ruidos molestos, barrios del casco urbano que antes eran tranquilos y que ahora se sumaron al movimiento sostenido del centro platense, todos esos factores, entre tantos otros, hacen que los matrimonios jóvenes y también las familias tipo de esta época, se muden más que sus pares de hace treinta, cuarenta o cincuenta años atrás, tanto siendo propietarios como así también inquilinos.

Es un fenómeno difícil de demostrar con estadística pura y números exactos, precisos, porque también habría que tener en cuenta como variable el crecimiento poblacional que conlleva a un mayor movimiento inmobiliario. Sin embargo, las antiguas empresas de mudanzas, las nuevas de fletes más chicos, las inmobiliarias y también el propio Registro de las Personas -donde sí brindaron números de la cantidad de cambios de domicilios como un posible indicador del fenómeno- observan y destacan que muchas familias de hoy llegan hasta dos o tres mudanzas en menos de cuatro años.

Uno de los que dio cuenta del fenómeno es Eduardo Rica (71 años) propietario de una de las empresas mudadoras más antiguas de La Plata -desde 1916- quien apuntó: “es verdad, ahora se ve muchísimo movimiento, las familias, los estudiantes, los matrimonios jóvenes, van de un barrio a otro, pero nada tiene que ver esto con nuestro servicio, en rigor con lo que nosotros llamamos una mudanza, o si se quiere una gran mudanza”.

“De esas, de las grandes, hacemos cinco o seis por mes, con servicios que van desde el embalaje de las cosas hasta el más mínimo de talle, se trata de viviendas grandes, con muchos muebles. De esas mudanzas, hay pocas”.

Rica marcó entonces una diferencia entre “lo que es mudanza o al menos a lo que nosotros llamamos mudanza y lo que es flete. Ahora la gente vive en espacios mucho mas reducidos, con muebles menos aparatosos, ambientes pequeños y es cierto que se mueve mucho de lugar pero cuando lo hace apenas llevan una heladera, un televisor, una mesa, seis sillas y algunos bártulos, y para de contar. Mudanzas eran las de antes, y de esas ya quedan pocas”, dijo el comerciante.

El Registro Provincial de las Personas brindó las estadísticas de cambios de domicilios de los últimos cuatro años, donde se puede observar un aumento de ese tipo de trámites de 2010 con respecto a 2009, pero una disminución si se toma en cuenta los números de 2007, ya que allí se dio la mayor cantidad de cambios de domicilios comparándolo con los años subsiguientes. De todo modos, en el organismo oficial los voceros destacaron que “se cuenta con los números de los últimos cuatro años porque son los que están al alcance, pero seguramente que ahora hay muchísimos más cambios de domicilios que hace una, dos o tres décadas”, indicaron.

Si se observa el gráfico que acompaña esta nota, puede notarse que en determinado barrios como Altos de San Lorenzo, Los Hornos y Tolosa, la cantidad de cambios de domicilios registrados oficialmente han crecido en 2010 con relación a 2009 pero también, en algunos casos, con respecto a 2007 (ver gráfico).

“Los trámites de cambios de domicilio pueden llegar a ser un indicador de lo que ocurre con las mudanzas en los últimos años, de hecho cuando hay un cambio de domicilio es porque alguien se trasladó de una zona a otra, pero esos números puros no alcanzan para reflejar un fenómeno de cambio de épocas, en el que se intente demostrar que ahora la gente se muda más. Lo que no se puede dejar de reconocer es que hay mucho más movimiento de este tipo de trámites, pero también la población es mayor”, indicaron fuentes del Registro.

"AHORA HAY CLIENTES FIJOS"

Emilio Elmujtar, propietario de una empresa de fletes desde hace 44 años en La Plata, dijo que “es verdad, se nota un aumento de las mudanzas, pero la diferencia es que son mudanzas chicas. Antes se usaban vehículos especiales porque las casas eran en general más grandes, ahora alcanza con una camioneta para llevar las cosas, lo que le permite a la gente ahorrar dinero”.

“Hay familias que se mudan constantemente, nosotros tenemos casos de clientes que sabemos que cada dos años, cuando vencen los contratos de alquiler, vuelven para que hagamos el traslado de sus muebles. Este movimiento constante que hace treinta años no existía, ha hecho que cada vez haya más negocios de fletes en el Gran La Plata. En la década del `60 solamente había grandes mudadoras, el flete casi no existía. Es una cuestión económica, ahora la ciudad se llenó de edificios, los departamentos donde viven las familias son cada vez más chicos y pagar un flete para mudarse es más barato que contratar los servicios de un camión, donde las cosas pueden ir mejor”, sostuvo Elmujtar, que posee su comercio en 26 entre 66 y 67.

Añadió que “en los años ‘60 una mudanza costaba aproximadamente lo que valía un mes de alquiler, ahora un flete vale entre 500 y 600 pesos, no llega ni a la mitad de lo que sale un alquiler. Con respecto a los precios, el fletero apuntó: la hora de un vehículo chico, sin mano de obra para cargar las cosas, vale $60; la de un vehículo mediano, $180 la hora pero con dos personas; mientras que un camión vale $280 con gente para cargar los muebles.

COSTUMBRE

Una cuestión de costumbre que según los comerciantes del rubro ha quedado atrás es que antiguamente, las mudanzas se hacían de noche argumentando una cuestión de “privacidad y seguridad”. Ahora da lo mismo, “la gente realiza la mudanza a cualquier hora, aunque es cierto que algunos prefieren el horario nocturno, pero ya no son tantos como sí sucedía en décadas pasadas”, apuntaron..