Muere una persona por día en accidentes ferroviarios

El terrible choque entre un colectivo y dos formaciones de la línea Sarmiento en las cercanías de la estación Flores volvió a poner en debate el tema de la seguridad ferroviaria y los peligros que rodean tanto a quienes conducen trenes como a los que viajan en ellos. Y echó luz, además, a un dato escalofriante alertado ya el año pasado por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT): sólo en el área metropolitana muere una persona por día en accidentes ferroviarios. Y el 84,5% son personas arrolladas, ya sea por imprudencia o por suicidios.

"La locura es seguir manteniendo este tipo de pasos a nivel -sostiene el platense Daniel Zuccarelli, máster en Seguridad Vial-. Lo primero que hay que preguntarse es por qué ocurren estos siniestros, y si analizamos un poco vamos a ver que parte de esa respuesta aparece en la deficiente planificación del Estado, que no quiere invertir en seguridad vial".

Lo que dice el experto se apoya en una realidad donde los accidentes parecen cada día más habituales. Después de 30 años de servicios, se indica, un maquinista se jubila con un promedio de 30 muertes o más. Según la CNRT, el 8,3% de los muertos se registran en colisiones con vehículos, mientras que sólo en la línea Sarmiento -protagonista como se dijo del accidente de ayer-, el año pasado se registraron casi medio centenar de accidentes con vehículos.

El gran problema, dicen, son las barreras: son muy fáciles de eludir y la gente no las respeta para evitar demoras. Las del Sarmiento, por caso, se estima que están bajas el 63% del tiempo. Así, los automovilistas aceleran en cuanto empiezan a bajar para pasarlas y los ciclistas y los motociclistas las cruzan igual después de una rápida mirada para verificar que no venga el tren. Lo mismo hacen muchos peatones, que pasan ya sin prestarles atención.

"Lo de la imprudencia de la gente no se discute -dice Zuccarelli-, pero hay que tener en cuenta que detrás de eso hay un Estado que genera la situación para que existe esa conducta imprudente. Es un disparate que haya un cruce a nivel como el del accidente de ayer, ya que el contexto urbano no está preparado para ese tipo de pasos".

Tras remarcar que los cruces deben tener señales luminosas y sonoras que funcionen bien, lo mismo que barreras y un banderillero que se haga cargo en caso de alguna falla, el especialista puso especial énfasis en que "la responsabilidad del cruce corre por cuenta del ente concesionario. Pero si éste no cumple con las normas básicas de seguridad, entonces la responsabilidad ya es del Estado por permitirlo".

Las palabras de Zuccarelli, como se dijo, se basan en una realidad cada día más preocupante. El accidente de ayer, de hecho, es el cuarto y más grave ocurrido en este año. El más reciente ocurrió hace menos de un mes, el 18 de agosto, cuando un tren de la línea Roca embistió a un colectivo en un paso a nivel en Lomas de Zamora, en el sur del conurbano bonaerense, y ocho personas resultaron heridas. Meses antes, el 4 de abril pasado, se produjo otro choque entre una locomotora y un tren de pasajeros de Ferrobaires, detenido a la altura de Lezama, en el sur bonaerense. En ese accidente, la locomotora se dirigía a asistir a la máquina del mismo tren con el que chocó porque se había producido un incendio, y hubo 70 heridos.

Otra colisión entre trenes se produjo el último 16 de febrero, cuando una formación de la empresa Ferrobaires que iba a la ciudad bonaerense de Junín chocó contra un tren de la empresa San Martín, detenido cerca de la estación de San Miguel, y murieron cuatro personas. En tanto, en 2010, el último día del año fue escenario de una colisión entre dos trenes del Ferrocarril Mitre en el puente ferroviario ubicado en los bosques de Palermo, donde unas 50 personas resultaron heridas.