Esperando los idus de marzo

SCIOLI CON INTENDENTES AFINES A LA CASA ROSADA, EL MIÉRCOLES PASADO, EN EL CONURBANO

Los idus de marzo eran en el calendario romano los días de los augurios. La historia cuenta que un vidente le había advertido al emperador Julio César que iba a ser asesinado cuando efectivamente lo fue: en los idus de marzo del año 44 (a C.). Desde entonces, la literatura, la música y el cine han tomado como inspiración la idea de esos días cargados de presagios. George Clooney, por caso, eligió “Los idus de marzo” como título de la película que aquí se conoció como “Secretos de Estado” para contar la sorda batalla que libran en la interna demócrata del 2004 dos precandidatos presidenciales; una trama que Clooney utilizó para mostrar la política como un mundo plagado de intrigas, mentiras y crueldad, en el que nada, o casi nada, es lo que parece.

CLAVES DE UN CRONOGRAMA

Por estos tiempos, sin los extremos de dramaticidad de las leyendas de la historia ni de la ficción cinematográfica, el calendario electoral argentino vuelve a otorgarle un rol central a los idus de marzo. Al menos eso es lo que dicen sus principales protagonistas. “No tomaremos decisiones hasta marzo”, repiten sciolistas, ultra K, massistas y en todos los ámbitos de la oposición.

Con el bonaerense como el territorio en el que se definirá la batalla de octubre -y con varios de sus dirigentes en el centro de las especulaciones-, el cronograma previsible señala que habrá elecciones internas abiertas y obligatorias en agosto, de modo que las listas de candidatos deberán ser presentadas en junio. Y en ese esquema, marzo aparece como el tiempo en que comenzará a agotarse la posibilidad de acumulación de fuerzas y se abrirá la etapa de definición de posicionamientos, negociaciones finales y candidatos. Hasta entonces, todos los espacios aprovecharán las vacaciones para consolidar la construcción de armados propios, profundizar eventuales alianzas y afianzar imágenes: las armas con las que llegarán a la hora de las decisiones.

CONVICCIONES Y DUDAS

En ese contexto, el oficialismo se encamina a marzo con un frente interno sumamente complejo, surcado por desconfianzas y tensiones. Una interna signada por la aspiración presidencial de Daniel Scioli y las conjeturas que genera ese objetivo, en medio de sus “matices diferenciadores de pensamiento, estilo y acción” con el núcleo duro del oficialismo, el cristinismo. Una interna en la que, sin embargo, el Gobernador tiene -dicen los que dicen saber- una “convicción íntima” ya definida: jugar en 2013 dentro del Frente pa ra la Victoria.

Nadie en el sciolismo, sin embargo, se anima a tomar esa “convicción” como un asunto clausurado. “Será así si a Daniel se le reconocen, en las listas de candidatos, el aporte de votos que hará gracias a su imagen”, alertan. Y, salvo el sciolismo, que se dice optimista, nadie cree que, pese a los traspiés de los últimos tiempos, el ultrakirchnerismo esté pensando en ceder un milímetro en su nítida vocación por copar todas las nóminas que se jueguen en territorio bonaerense.

Por lo pronto, el ultrakirchnerismo ya marcó una fecha en los idus de marzo: el 31. Quiere que ese día se renueve la conducción del PJ bonaerense. Y su intención de copar esa estructura quedó en evidencia el viernes, cuando se reunieron los actuales consejeros para poner en marcha, justamente, el operativo de renovación y se produjo un desembarco de “no consejeros” encabezado por Amado Boudou, La Cámpora y dirigentes afines.

VACIO, DESANIMO Y ESFINGES

Pero también hubo otras señales en ese plenario. A Boudou, varios consejeros le hicieron un vacío yéndose en el momento en que llegaba el Vicepresidente. “No dejamos cagada por hacer”, se quejó, un rato antes, en voz alta un encumbrado referente ultra K. Los demás creyeron entender que “hablaba del 7D, Alak y Sabbatella”. En otros referentes de la Rosada muchos percibieron un “desánimo total”. Quizás interpretaron bien. El viernes era 7D. “Y los intendentes, K y no K, eran esfinges”, describió un dirigente, en alusión a la reconocida capacidad de los peronistas “con poder territorial” para que no se les mueva un solo músculo de la cara cuando no quieren que se conozcan sus sentimientos. Y en ese clima, la noción de que “para el 31 de marzo falta mucho” y la idea de que “quién sabe si habrá elecciones internas para renovar la conducción”, comenzó a germinar.

Lo cierto es que el ultrakirchnerismo arranca la travesía del verano con incertidumbres densas. Su candidata original para encabezar la lista de diputados nacionales en la Provincia, Alicia Kirchner, sigue sin crecer un milímetro. Las encuestas dicen que le siguen “ganando todos:” Francisco De Narváez, Ricardo Alfonsín o Karina Rabolini. Un sector piensa en el ministro Florencio Randazzo. Otros estarían pensando en la opción de que el intendente de Tigre, Sergio Massa, “apuntale”, con su alta imagen positiva, a Alicia K.

Pero Massa seguirá siendo este verano uno de los mayores enigmas electorales. Está claro que apuesta a una construcción propia, con otros intendentes, y a una fuerte distancia y diferenciación de la Casa Rosada. Y que busca mostrar una sintonía creciente -un amague de alianza- con el otro gran “diferenciado”, Scioli. Hay quienes juran, ya, que no jugará en el 2013 dentro del FpV. Pero cerca de él advierten: “hay que esperar hasta marzo y ver cómo está todo, para decidir”.

BUSQUEDAS

En la oposición, en tanto, el radicalismo y el Fap de Binner-Stolbizer buscarán llegar a fines de marzo con una alianza sellada en la Provincia. El macrismo intentará alimentar sus patas peronista y radical, por ahora apenas sostenidas por los intendentes Jesús Cariglino y Gustavo Posse y aunque no pocos creen que le resultará muy difícil engordar esas alianzas, mientras siguen buscando “el” candidato para encabezar la nómina bonaerense al Congreso, un lugar en el que un sector propone al mismísimo Mauricio M., quien ya no dice terminantemente que no, como hasta hace poco. Francisco De Narváez también espera marzo. Envió un representante, Osvaldo Mércuri, al último plenario de La Juan Domingo. Pero si Scioli y Massa permanecen en el FpV, jugaría con Macri.