EL DIA en Malvinas: en medio de las tensiones, los kelpers se movilizan

A lo largo de toda la mañana, la Falkland Islands Radio Service -la única estación de radio en Malvinas- estuvo convocando a los habitantes de Puerto Argentino a sumarse a la marcha. Sin otra consigna que la manifestar el orgullo de ser británicos, la convocatoria llamaba a reunirse en Brandon Road, la ruta de acceso al pueblo. Allí, más de trescientos isleños desfilaron ayer por la tarde con sus vehículos haciendo flamear banderas inglesas en una manifestación sin estridencias pero no por ello menos contundente.

Acaso la primera gran manifestación de los kelpers desde aquellas que tuvieron lugar en 1999 al restablecerse el permiso de ingreso de argentinos a Malvinas, la marcha de ayer se produjo en medio de la creciente tensión entre nuestro país y Gran Bretaña por la soberanía las Islas y cuando el anuncio del envío de un moderno destructor británico llevó al gobierno argentino a denunciar ante la ONU una nueva militarización del Atlántico Sur.

El escenario de la protesta fue la misma ruta que conduce a la base militar Mount Pleasant, donde por estos días se encuentra el príncipe Guillermo en una misión de entrenamiento. Hombres, mujeres y niños se concentraron allí con sus camionetas y autos familiares en una columna de cerca de medio kilómetro de largo.

La marcha se desarrolló a lo largo de poco más de media hora y sin ningún tipo de problemas. No fue una manifestación como las que suelen verse en nuestro país, sino claramente "made in England": nada de bocinas, gomas quemadas ni caras cubiertas. Apenas una vuelta con los autos embanderados y carteles con consignas más o menos provocativas.

Sobre el techo de algunos de los vehículos podían leerse carteles pintados a mano que decían "¿Cómo devolverles lo que nunca fue de ellos?" o bien "Los peces son nuestros; las minas (antipersonales que ocupaban todavía buena parte de las islas) argentinas". Uno de los manifestantes llevaba una camiseta donde podía verse un rollo de papel higiénico con los colores de nuestra bandera nacional.

Mientras que algunos de los isleños daban vuelta la cara indiferentes al advertir la presencia de un fotógrafo, otros posaban felices de proclamarse británicos. Lo cierto es que la protesta terminó casi tan pronto como se había formado. Antes de la seis de la tarde en Brandon Road parecía que la caravana había sido tragado por la tierra.

LA ACTITUD CON LOS ARGENTINOS

La presencia de argentinos no pasa desapercibida en un pueblo de poco menos de tres mil habitantes como Puerto Argentino; y la actitud de los isleños no es por cierto la más amable. Si bien los kelpers se muestran en general indiferentes en la calle, cuando uno entra a un negocio o un bar las miradas que recibe son fuertes. La creciente tensión entre nuestro país y el Reino Unido por la soberanía de las Islas se vive aquí por estos días con especial inquietud.

No hace falta abrir la boca para que los isleños se den cuenta en el acto de que uno es argentino: la vestimenta, la forma de caminar y hasta la postura nos delatan. Y aunque en el trato directo son respetuosos, evitan cualquier esfuerzo para hacer que uno se sienta cómodo. De hecho, durante las últimas semanas esa actitud de los kelpers no parece hacerle la vida nada fácil a los cerca de treinta compatriotas que viven actualmente aquí.

Tras la llegada del príncipe Guillermo para una misión militar de rutina, el anunció del envío de un moderno destructor a las islas y la denuncia argentina ante la ONU de una nueva militarización del Atlántico Sur, los argentinos que hoy viven en Malvinas no acceden a hablar con los medios. "Yo te cuento todo lo que quieras saber pero no quiero fotos ni que me menciones", se disculpa un compatriota que lleva más de diez años en Puerto Argentino; "no quiero saber nada, nada de nada; gracias", dice cortante otra residente oriunda de Mar del Plata.