La ola de calor dispara el número de atendidos en guardias de hospitales

Aunque lejos de producir un desborde como el verano pasado, la ola de intenso calor que asola la Región ha disparado las consultas en los servicios de guardia de los hospitales. Las autoridades sanitarias aseguran que el número de personas atendidas en ellas creció durante los últimos días alrededor de un 15% debido a cuadros relacionados con las altas temperaturas. Frente a tal panorama piden extremar las precauciones.

Aunque los niños pequeños y los adultos mayores son los más vulnerables al calor intenso, un importante porcentaje de las consultas que se han venido registrando en las guardias corresponde a personas jóvenes y de mediana edad. De ahí que el Ministerio del Salud bonaerense salió a pedirle a la población que no desestime la amenaza de las altas temperaturas considerándolas un problema que afecta sólo a ciertos grupos etarios.

"No hemos tenido casos graves pero sí un importante número de consultas por complicaciones vinculadas al calor intenso, como cuadros de hipotensión, deshidratación y mareos. Lo importante es que la gente no se confíe porque esto no es sólo algo que le puede pasar a los ancianos y los bebés", señala el director provincial de Atención Primaria de la Salud, Luis Crovetto.

Cualquiera sea la edad de las personas, la exposición desmedida al calor intenso puede producirles una pérdida de líquidos y sales minerales necesarias para el funcionamiento del organismo. Como resultado de ello, puede sufrirse desde un simple malestar y un estado de confusión hasta problemas cardíacos, desvanecimientos y convulsiones.

Los síntomas más comunes de que el calor nos está afectando son, además de una sed intensa, la aparición de dolor de cabeza, náuseas, somnolencia y, en casos graves, una pérdida del conocimiento. El problema, alertan los médicos, es que estas manifestaciones no siempre son fáciles de advertir a tiempo en niños pequeños y adultos mayores, los que además resultan más vulnerables a las altas temperaturas que el resto de la población.

"Por no contar con un mecanismo de regulación de la transpiración suficientemente maduro, los niños pequeños, en especial los menores de un año, son lo que corren más riesgos. Pero también los ancianos, por la disminución de las funciones fisiológicas propia de su edad, y las personas hipotensas, que por su baja presión sufren mucho más las altas temperaturas", explica Patricia Rafti, especialista en dermatología del Ministerio de Salud.

"Los más chiquitos, lo mismo que los adultos mayores, pueden no tener sensación de sed, por lo cual resulta fundamental en estos días ofrecerles agua todo el tiempo; y a los lactantes, ofrecerles teta con más frecuencia que la habitual", recomienda el doctor Crovetto.

Entre las indicaciones del Ministerio de Salud, se destacan las de beber abundante líquido, preferentemente agua y jugos naturales; evitar las comidas muy calientes o condimentadas reemplazándolas por frutas y verduras frescas; incorporar un poco más de sal a la dieta diaria para mantener la presión arterial estable (salvo en el caso de las personas hipertensas); y evitar actividades al sol o en lugares donde se concentre mucha gente.

Dado la recurrencia de algunas consultas registradas en las últimas semanas, las autoridades sanitarias advirtieron también sobre el riesgo de consumir bebidas alcohólicas en horas de intenso calor, ya que producen deshidratación; permitirle a los chicos quedarse en la pileta al mediodía y lanzarse a realizar actividades aeróbicas en parques y plazas antes de la caída del sol.