Tenía 20 años, iba a un cumpleaños y la muerte la encontró en Gonnet

La casa de 484 entre 8 y 9 del barrio Savoia donde vivía María Erika reflejaba ayer todo el dolor que puede despertar la pérdida de una vida de apenas 20 años. Con la decisión familiar de no efectuar servicio velatorio en una empresa fúnebre el hogar de la chica que murió aplastada por un árbol que se vino abajo en Gonnet durante la tormenta de antenoche se colmó de allegados que, ganados por el desconsuelo, se acercaron para acompañar a la madre y los hermanos de la joven.

María Erika Levy murió mientras se descargaba el violento temporal de lluvia y viento en la Región. Caminaba a las nueve de la noche por la calle 505 entre 25 y 26 y quedó sepultada por los desprendimientos de un tronco gigante derribado por las fuertes ráfagas. Se dirigía a la reunión de cumpleaños de una amiga que vive en Gonnet. Ayer a media mañana, luego de las pericias de rigor y de la identificación del cuerpo, la Policía le comunicó la tragedia a la familia.

La joven vivía con su madre -Diana Kleiman- y sus dos hermanos menores, Jeremías y Conrado. Un par de años atrás los Levy habían enfrentado otro duro golpe: la muerte del padre de la joven, el arquitecto Carlos Levy, había dejado un profundo vacío en esa casa de ladrillos vistos de City Bell que ladea un gran descampado.

Vital, alegre, fresca, "como puede ser una chica de 20 años" -abrevió un familiar de la joven-, María Erika estudiaba filosofía y era fácil verla rodeada de compañeros de la facultad y de amigos.

"ERA UN SOL"

"Era un sol de adorable; iba y venía de acá para allá. Siempre vivió en este barrio, pero antes en una casa a una cuadra de donde vivía ahora. La cuidé cuando era chica; no puedo creer que haya ocurrido semejante desgracia", comentó impactada por lo sucedido Laura González, vecina desde hace años de la familia Levy.

El dramático accidente ocurrió en la vereda de enfrente del colegio Raíces. Es una zona de casas bajas y la mayor parte de reciente construcción y se caracteriza, justamente, por las arboledas y los terrenos aún sin edificar pero con vegetación alta y tupida, la mayoría coníferas.

De acuerdo a lo señalado por fuentes municipales, el ejemplar que cayó en Gonnet y mató a la joven de City Bell "no se encontraba sobre el espacio público, sino en el interior de un predio".