Las dietas peligrosas que hacen perder peso rápido

Algo une a mujeres tan distintas como Penélope Cruz, la princesa Kate Middleton o la diosa latina Jennifer López: todas buscaron perder peso con el polémico método Dukan, una dieta creada por un nutricionista francés que captó la atención de varias celebridades. No es la única: cada vez son más las dietas que, ayudadas por la difusión que consiguen a través de internet, prometen una pérdida abrupta de peso en pocos días. Algunas ofrecen una alimentación basada en proteínas. Otras tienen su clave en ingerir alimentos por la nariz. Sea una o la otra, todas generan alarma entre los expertos en nutrición, muchos de los cuales aseguran que el tema no es moda sino una tendencia que crece y preocupa.

"El problema no es que cada vez haya más dietas de este tipo -dice Omar Vallonto, un médico platense especializado en nutrición-. El drama es que cada vez son más las personas que las siguen como si fueran exitosas. Porque si bien es cierto que pueden traer resultados en una primera etapa, en todos los casos se trata de recetas peligrosas que derivan en una pronta recuperación del peso que se había perdido".

Lo que dice Vallonto coincide con la mirada de la nutricionista Soledad Bertolotto, quien asegura que "no se puede seguir una dieta sin consultar a un profesional, básicamente porque cada organismo es distinto y asimila de manera diferente los alimentos. Al encarar un plan para bajar de peso, se debe tener en cuenta el sexo de la persona, su edad, su talla y su historial clínico. Ver una dieta rápida en internet y seguirla es demasiado peligroso".

DIETAS PARA TODOS

Los ejemplos son varios: el método Dukan, la KE o el ya célebre plan Montignac, una de las dietas más populares de este último tiempo basada en una alimentación con proteínas y grasas que evita la ingesta de ciertos hidratos de carbono y el alcohol durante las primeras semanas. Su plan es similar a la fórmula Atkins, otra de las dietas que ganan seguidores en todo el mundo, y ambas compren además casi el mismo cuestionamiento: su dudosa efectividad a largo plazo y sus posibles -y peligrosos- efectos secundarios.

"Se trata de dietas hiperproteicas que no tienen nada de novedoso pero sí mucho marketing -sostiene Vallonto-. Las dietas tienen su proceso cíclico y todas deben respetar el organismo de cada persona, porque cada individuo tiene que tener un plan alimentario ajustado a sus necesidades. Dietas como la Dukan o la Atkins son peligrosas, porque la base de comer proteínas sin límites provoca un desequilibrio enorme. No por nada la Asociación Británica Dietética las incluyó entre las cinco peores dietas que deben evitarse".

El método Dukan es todo un caso: bautizado así por su creador, el neurólogo y nutricionista francés Pierre Dukan, el plan lleva casi diez años dando vueltas pero se hizo famoso ahora gracias al apoyo de algunas celebrities internacionales.

"El caso de los famosos que siguen este tipo de dietas contribuyen a su crecimiento y difusión -dice Bertolotto-. En el consultorio lo vemos todo el tiempo, y hay casos de todo tipo. Está el plan Dukan pero también la rutina de alimentarse sólo con pequeñas porciones de comida para bebés, como lo hace Madonna. Uno como profesional tiene que explicarle al paciente los riesgos de encarar un plan alimentario de este tipo, y sobre todo hacerle entender que lo que se pierde rápido, seguramente se va a recuperar pronto. Siempre digo lo mismo: si uno tardó quince o veinte años en engordar diez, doce o veinte kilos, por dar un ejemplo, entonces no se puede pretender bajarlos en apenas un mes. Es una locura".

A la dieta sobre la comida de bebé que señala la nutricionista -que es seguida también por las famosas Jennifer Aniston y Lady Gaga-, se le debe sumar el plan KE, una dieta conocida en los últimos tiempos y que, aunque resulte raro, está basada en comer por la nariz. Conocida como la dieta Ketogenic Enteral, es promocionada desde hace menos de un año por el médico Oliver di Pietro, que, desde su clínica de Miami, defiende que sus pacientes "no pasan hambre porque el suministro de alimento es constante" (800 calorías al día) y pierden "cerca del 10 por ciento de su peso en diez días".

El tratamiento, que ya despertó una polémica mundial, cuesta 1.500 dólares y es furor entre novias a las que, con tal de perder peso antes de la boda, no les importa estar diez días con un tubo en la nariz.

ACTIVIDAD

Los profesionales consultados coinciden en que para que la dieta influya tiene que estar enmarcada en un estilo de vida apropiado. Quiere decir que no basta con comer en forma variada y equilibrada sino que, además, hay que acompañar esa conducta con actividad física y con hábitos saludables en general.