La ciudad. al ritmo de los amigos

La Ciudad vivió el movido ritmo urbano que cobra cada Día del Amigo. Grupos de todas las edades celebraron el acontecimiento reuniéndose durante el almuerzo y la cena en bares y restaurantes y muchos, sobre todo los adolescentes, aprovecharon la jornada de clima agradable de la tarde para juntarse en plazas y parques a charlar, escuchar música y tomar mate. Los celulares, las redes sociales y los mails se llenaron de mensajes y saludos para esas personas cercanas que, sin lazos sanguíneos, acompañan a lo largo de toda la vida.

Como todos los 20 de julio, los locales dedicados a la gastronomía -que habían agotado las reservas varios días atrás- explotaron de gente. El mediodía se prestó a las reuniones de compañeros de trabajo, que le escaparon un rato a la rutina para comer algo y brindar; en cambio, a la noche, fue el turno de los "amigos de toda la vida" y no quedó ni un lugar disponible en los bares, restobares y pubs.

Nicolás Gómez, Tatiana Ferrero y Rosalía Alvarez, amigos desde la escuela secundaria pero ya todos en la facultad, festejaron casi todo el día. A la tarde salieron a "hacer centro", y para la noche los esperaba una salida a bailar en la que se encontrarían con el resto de sus ex compañeros.

Tres amigas, que según contaron son la tercera generación de relación estrecha y sus nietos la cuarta en continuar con un vínculo que iniciaron sus padres, tomaron café con masas en una tradicional confitería céntrica. Rosita Zygielman, Marta Leicoman y Marta Harari celebraron "como lo hacemos todos los años", afirmaron.

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