Atropello en 5 y 60: lo acusan de usar la camioneta como un arma

LA CAMIONETA QUE MANEJABA EL ACUSADO POR EL ATROPELLO FATAL DE SERGIO MARTÍN GONZÁLEZ, A LA SALIDA DE UN BOLICHE EN 5 Y 60

Una mujer policía complicó ayer la situación procesal del acusado José Feliciano Rojas López, en el juicio oral y público que ventila la muerte de un joven a la salida de un boliche en nuestra ciudad.

Esa testigo aseguró que el imputado, aquel 5 de diciembre de 2010, a las 6, subió con su camioneta la vereda, le apuntó a la víctima, Sergio Martín González (24), y la atropelló.

La policía dijo que ella estaba atendiendo a otros jóvenes heridos durante una pelea a la salida del boliche “El Templo”, de calle 60 casi esquina 5, cuando de repente le pasó a toda velocidad, a contramano, y casi la roza, la Ford F 100 que manejaba Rojas López.

También recordó que la camioneta se llevó por delante al chico, no frenó, dio contra un comercio y rebotó.

Este relato coincide con lo planteado ayer en los lineamientos del debate oral por el fiscal de juicio Martín Chiorazzi, quien adelantó que iba a intentar demostrar que el acusado es autor del delito de homicidio calificado por alevosía, porque utilizó la camioneta como un arma impropia, con la intención de matar. El fiscal dejó en claro que esto no fue un accidente (homicidio culposo) y que se trató de un gravísimo delito (homicidio calificado), que tiene una pena de prisión o reclusión perpetua.

La víctima de este caso, esa noche había ido a bailar y quedó involucrado en un altercado, que tuvo el final más temido: a las pocas horas murió en el hospital Rossi por las heridas que sufrió de un modo inesperado y desolador.

Según los testigos la camioneta que lo atropelló iba en contramano, se subió a la vereda y lo embistió de lleno, junto con otros dos jóvenes.

El Tribunal Oral en lo Criminal IV de La Plata, integrado por Emir Caputo Tártara, Lidia Moro y Jorge Moya Panisello, reanudará el juicio hoy, a las 9, en al sala de audiencias del fuero penal local, de 8 y 57, con el relato de más testigos del caso.

González había ido a bailar con sus primos al boliche “El Templo”.

Los testigos contaron que el grupo de la víctima mantuvo un altercado que derivó en una pelea con el de los allegados a López, aparentemente por una chica.

El personal -agregaron- de seguridad habría sacado a todos a la calle, donde continuó la trifulca, a metros de la comisaría Novena.

Alertados de la pelea, policías de esa seccional intervinieron para calmar los ánimos, pero nadie imaginó lo que iba a pasar instantes después. La F100 se aproximó por la 60 en contramano, se subió a la vereda y arremetió contra tres jóvenes, entre los cuales estaba la víctima. “Los policías se tuvieron que correr para que no los atropellara”, relató un vecino en aquel momento.

Esos mismos efectivos fueron los que detuvieron a Rojas López, quien, según la imputación, iba al volante de la F 100.

La familia de González espera que en el juicio se determine si hubo otros responsables en el trágico incidente, se los identifique y, eventualmente, enfrenten otro proceso.

Sergio tenía seis hermanos, uno de los cuales había muerto un par de años antes de su trágico final.

Cuenta su familia que aquella madrugada dramática él y sus cuatro acompañantes quisieron alejarse del conflicto. “Este zángano se subió con la camioneta a la vereda. Uno de los chicos se dio cuenta y se dio vuelta. Sergio siguió caminando y ahí fue cuando lo arrastró. Fue directamente a matarlo, no fue un accidente”, señalaron los familiares.