La Ciudad, en una celebración solidaria

HUBO UN INCESANTE DESFILE DE VECINOS EN PLAZA MORENO, DONDE UNA MULTITUD COMBINÓ PASEO CON GESTOS SENSIBLES Y SOLIDARIOS HACIA EL HOSPITAL DE NIÑOS

En un día de recreación atípico en plena semana, la jornada solidaria de ayer con que se celebró el 131º aniversario del nacimiento de la Ciudad se vivió con entusiasmo en las plazas Moreno e Islas Malvinas, donde la Cooperadora del Hospital de Niños “Sor María Ludovica” montó sus centros de recepción de donaciones y reunió una gran cantidad de alimentos no perecederos y dinero en efectivo al tiempo que consiguió sumar numerosos socios a su obra.

La iniciativa se llevó a cabo de manera conjunta con la Municipalidad, que le brindó a la entidad el soporte de la organización de ferias con puestos de artesanías y de microemprendimientos como así también muestras de las colectividades extranjeras de La Plata. De ese modo, familias, jóvenes y vecinos en general se entretuvieron mientras realizaban su generoso aporte con destino al Hospital.

En una plaza Moreno colmada de público, la Cooperadora del centro pediátrico capitalizó la jornada con una campaña de inscripción de socios que al promediar la tarde llegaba al medio centenar, un número que el presidente de la institución, Abel Sosa, definió como “muy bueno”, sobre todo teniendo en cuenta que restaban aún varias horas antes de que la actividad culminara.

El escenario del espacio verde que señala el centro geográfico de la Ciudad se vio por demás movido, con mucha gente que se acercó a la cultura y la gastronomía de las comunidades que representan a los inmigrantes. En el stand de la Sociedad Libanesa, por caso, los platenses degustaron platos típicos como el shawarma (una suerte de sandwich de carne especiada cortada a cuchilla), el ya muy conocido fatay, el harisse (un postre árabe elaborado con sémola, manteca y almidón) y el manoushe (similar a una masa de pizza pero con una pasta de sésamo, tomillo y orégano).

En cambio, el Centro Euzko Etxea ofreció a los descendientes de vascos hojear un enorme libro en el que figuran los apellidos y algunos datos de los inmigrantes de ese origen que desembarcaron en la Argentina.

Al igual que en plaza Moreno, en la Islas Malvinas se vio llegar a la gente que alternaba el paseo con las donaciones y así se reunieron numerosas bolsas de leche larga vida y pañales.

Allí, además, los alrededor de 300 puesteros que ofrecieron bijouterie, ropa, productos regionales, plantas, comida y bebidas pusieron un poco de sí y colaboraron con el establecimiento sanitario, pagando bonos contribución de $50 y $100.

“Creo que esta ha sido una muy buena idea y me parece que tenemos que colaborar todos”, dijo Dana Castelli, al frente de un stand de venta de artesanías en tela.

“Todo lo que podamos recibir suma”, subrayó, muy satisfecho con los resultados de la jornada solidaria, el titular de la Cooperadora del Hospital de Niños.

Entre la lista de necesidades que cubre la institución la más importante en los últimos tiempos, según dijo Sosa, es el aporte que realiza la entidad para los estudios de alta complejidad que se practican en clínicas privadas. “Ahora la situación se está corrigiendo, pero el Estado no puede afrontar esos gastos y la Cooperadora se hace cargo”. También ayuda en la adquisición de aparatología y en la compra de equipamiento esencial que falta en las casas de los nenes que se atienden en calidad de pacientes ambulatorios, como estufas y ventiladores.

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