Consiguen 15 mil dólares por un secuestro virtual, pero dos caen

EL EDIFICIO DE 45, 4 Y 5, DONDE RESIDE EL JUBILADO ESTAFADO AYER

Un hombre de 82 años dormía ayer plácidamente en su departamento del centro platense, cuando sonó el teléfono y escuchó una voz que le comunicó una terrible noticia. Tenían secuestrado a uno de sus hijos y pretendían que entregara todos sus ahorros a cambio de volver a verlo con vida. Siguiendo las instrucciones de los delincuentes, el hombre introdujo en dos bolsas de nailon una fuerte suma de dinero -unos 15 mil dólares, según trascendió-, bajó los 11 pisos del edificio de 45 entre 4 y 5, donde vive, y en una de las esquinas depositó el “rescate”. Eran las 6.40 de la mañana.

En ese momento se acercó un patrullero de la comisaría Primera que había sido alertado del caso, aunque no está claro si por la víctima o por alguien de su familia, pero al ver a los uniformados el jubilado “se puso nervioso y les pidió que se fueran”, detalló una fuente oficial. Los agentes se alejaron un par de metros, desde donde pudieron observar que apenas el damnificado dejó sobre la vereda las bolsas, se acercaron dos autos de alta gama de los que bajaron un par de personas.

Tomaron el dinero. Y se fueron. Supervisados por el jefe de la Distrital Centro, Darío Camerini, los policías siguieron a los coches, logrando interceptar en 4 y 43 a uno de ellos: se trataba de un Fiat Adventure verde en el que viajaba un hombre de 27 años junto a una mujer de 31. Las fuentes consultadas por EL DIA aclararon que no tenían las bolsas, pero sí un reloj de la marca Rólex y otras joyas cuyo procedencia “no pudieron justificar”.

Ambos fueron trasladados a la seccional, donde se estableció que esta pareja no sólo estaría vinculada con el secuestro virtual que acababa de sufrir el jubilado de 82 años, sino también con “al menos 20 casos ocurridos en la Ciudad desde el 2 de octubre pasado”, completó un jefe policial.

la buena vida

Una vez que los demorados fueron identificados y se les incautó un teléfono Nextel, se determinó que estaban bajo la lupa de los detectives de la DDI La Plata que investiga esta maniobra extorsiva.

Es que a principios de octubre hubo un notorio incremento de secuestros virtuales en zonas céntricas de La Plata, todos prácticamente idénticos: “Llamaban de madrugada, en general a viviendas habitadas por personas de avanzada edad, y en base a una actuación convincente y el miedo que inspiraban, lograban que las víctimas entregaran altas sumas de dinero por la liberación de una persona a la que nunca tuvieron secuestrada”, explicó un pesquisa.

Con la ayuda de la Dirección de nuevas tecnologías aplicadas a la investigación policial, se identificó a los abonados que llamaron a las líneas telefónicas de las víctimas: “Todos son de la etnia gitana”, apuntó un pesquisa, detallando que esta célula “operaba con varios teléfonos celulares que alternaban en un grupo de al menos 5 personas” y “tres vehículos de alta gama para levantar los rescates”.

El líder de la banda sería el joven que fue detenido ayer a la madrugada, quien supuestamente “elegía a sus blancos, repartía las ganancias y organizaba la compra de vehículos”, sin pasar por alto que todos los integrantes “realizaban viajes de mini vacaciones a la Costa Atlántica y se permitían un pasar muy holgado”, reseñó la misma fuente.

Entrecruzando teléfonos se vinculó a la organización con, al menos, 20 episodios denunciados entre el 1 de octubre y el 29 de noviembre, en los que habrían levantado más de medio millón de pesos, buena parte de esa suma en dólares y en euros. Esto sin contar las joyas que también entregaron varios damnificados.

escuela para el engaño

En cuanto a la maniobra, los investigadores obtuvieron escuchas en las que el sospechoso detenido en La Plata aparece “reclutando personas, todas de la misma etnia que la suya, a las que instruía sobre cómo gritar y llorar pidiendo ayuda, para que las víctimas creyeran que eran sus familiares en peligro”, relató uno de los investigadores.

Con respecto al modo en que elegían al destinatario del ilícito, la banda avanzó sobre la estrategia de los inventores de este “método” que nació en los penales. “Antes elegían al azar y pedían tarjetas telefónicas. Este grupo (la mayoría de sus integrantes son de Capital Federal) seleccionaban un barrio y llamaban a números que obtenían por internet”, agregó el mismo vocero.

Con algunas comunicaciones tenían suerte. Con otras no. Pero, a juzgar por los casos denunciados, al menos cada tres días acertaban un buen golpe.

La pareja quedó detenida por el delito de “extorsión”, a disposición del fiscal Tomás Moran y el juez Juan Pablo.