Ideas para la mesa navideña

Esta semana, con el armado del arbolito, el espíritu navideño comenzó a invadir los hogares. Rojo, verde, dorado. Guirnaldas, lucecitas que titilan. Los colores y símbolos de la Navidad se multiplican en cada rincón para esperar a esta fiesta que reúne a la familia cada año.

Este encuentro trae consigo el placer de sentar a todo el mundo alrededor de la mesa, arreglada para la ocasión. Tradiciones, costumbres e ideales se ven reflejados en las casas, en las comidas, en las mesas de nuestras cenas de cada 24 de diciembre.

Si ya está planeando el menú, seguramente pensó en los platos tradicionales, como pavo, cordero y pollo. Esas son excelentes opciones para la mesa navideña, como así también la ensalada rusa, el vitel toné, el matambre o un buen asado.

También puede volcarse hacia propuestas más originales, como una cena con sushi o una noche mexicana, con nachos y fajitas. Son dos buenos menús para sorprender a los invitados con algo distinto.

Si prefiere no cocinar, hay empresas de catering que pueden hacer todo por usted. Traen todo listo, para servir y disfrutar. No tiene más que adornar la mesa y esperar que llegue la comida.

Otra opción es cenar en un coqueto restaurante, disfrutando de la velada con atención personalizada y ricos platos. Eso sí, hay que reservar con tiempo.

RECIBIR EN CASA

La Navidad es una época ideal para poner la casa linda y lucir una mesa con bien decorada. La tendencia es diversa. Puede recuperar esa vajilla que guarda con esmero de sus antepasados o inclinarse por diseños más actuales, pero no por ello menos sugerentes. Platos, copas y cubiertos son los elementos estrella. Colocarlos con detalle es fundamental para crear un buen ambiente. Si busca una alternativa práctica, puede alquilar todo, hasta los manteles, y así evitará lavar. Hay empresas que pueden hacerlo por usted.

Otros detalles decorativos -como un bonito centro de mesa, velitas encendidas y flores frescas-, le otorgarán el sello distintivo a su mesa en estas fechas tan especiales.

En cuanto a la cena, cualquiera sea el plato principal, no olvide preparar un aperitivo. Seguramente los invitados llegarán en diferentes horarios y es bueno ir “picando” algo hasta que estén todos los comensales. Siempre tienen éxito un buen jamón, una tabla de quesos y algunos canapés. O puede optar por encargar sandwiches de miga. Un copetín y unos tragos amenizarán la espera.

Para el plato principal, una de las modalidades que se usan en estos tiempos es la de comprar un cerdo o un pavo y elaborar en casa las entradas, las ensaladas u otras guarniciones.

Las bebidas se pueden pensar por momentos: aperitivos, jugos naturales o un ponche para la recepción de los invitados; vinos y gaseosas para la cena y espumantes para el brindis. Hay que tratar de disponer las botellas en la heladera el día anterior, o por la mañana, para que todo esté bien refrigerado. Una buena idea es comprar una bolsa de hielo y mantenerla en el freezer.

Pensando en la mesa dulce, si bien nuestro clima no colabora con la ingesta de este tipo de productos tanto la tradición como el placer gastronómico impulsan el consumo de pan dulce y las frutas secas.

Pero también se puede optar sólo por un postre, que puede ser ensalada de frutas, alguna delicia de repostería comprada -hay empresas de catering que tienen opciones individuales y para todos los gustos- o helados o tortas heladas. Es muy aconsejable encargar todo con tiempo.