Confirman prisión perpetua por un caso de femicidio en La Plata

NOEMÍ TOLEDO, MADRE DE GISELLE BÉRTORA, LA JOVEN QUE MURIÓ EN UNA COCHERA CÉNTRICA DE LA CIUDAD, DONDE, EN MAYO DE 2011, RECIBIÓ UNA FEROZ GOLPIZA Y FUE ASFIXIADA

El Tribunal de Casación Penal bonaerense confirmó ayer la pena de prisión perpetua dictada en marzo de este año, en un caso de femicidio, contra Leonardo Flores (28), como autor responsable del delito de “homicidio calificado por alevosía”, en perjuicio de su ex pareja, Victoria Giselle Bértora (22).

En tal sentido, voceros judiciales indicaron que la resolución fue dictada por los jueces de Casación Carlos Natiello y Mario Kohan .

También señalaron que de esta forma, la alzada confirmó en todos los términos el fallo dictado por el Tribunal II de La Plata -integrado por los jueces Claudio Bernard, Liliana Torrisi y Silvia Hoerr-.

En esa resolución, se habían formulado duras críticas al sistema judicial, respecto de la protección “de la tan lamentablemente en boga violencia de género”.

el caso

En el veredicto, con voto del juez Bernard, que contó con la adhesión de sus pares, se dio por acreditado que “en la tarde del 14 de mayo de 2011, un hombre -actuando sobre seguro y sin riesgos- en la cochera de 9, entre 53 y 54 -donde vivía y cumplía sus tareas laborales- propinó una golpiza y mediante maniobras de asfixia utilizando para ello un cable del tipo celular dio muerte a Bértora, madre de su hija de por entonces 4 años”.

En un meduloso voto, el doctor Bernard describió los distintos episodios de violencia que enmarcaron esta trágica historia, de los que dieron cuenta en el juicio varios testigos, como la rotura del vidrio de uno de los autos de la víctima y el incendio del rodado en otra ocasión, hechos denunciados y por los que, en 2011, se iniciaron dos causas penales.

También esos testigos relataron que esa relación “se enmarcaba en un lazo ficticio y pasional que los unía de manera enfermiza”.

Para graduar la pena impuesta, el doctor Bernard tuvo en cuenta como agravantes “la extensión del daño causado, teniendo en cuenta la edad de la víctima y que la misma se trataba de la madre de su hija, de por entonces cuatro años a quien dejó desprovista en su cuidado y formación de sus progenitores”.

También valoró “las excesivas violencias ejercidas en el cuerpo de Bértora, acreditadas con la descripción de los numerosos golpes vitales que describiera el médico autopsiante durante el debate y que exceden del tipo penal”, impuesto al caso “homicidio calificado por alevosía”.

“llevó a la acción sus deseos de matar”

En el fallo se señaló que Flores amenazó de muerte a su pareja en varias oportunidades y que “llevó a la acción sus deseos de matar” .

“Se ha denotado la violencia que rodeaba a la relación de pareja, y las etapas de tensión, explosión y reconciliación que vivió (la víctima) que la hizo creer que seguramente lo que comienza como violento, explota y tiene un final apacible con un probable arrepentimiento. Es decir que jamás la joven esperaba ese fatal desenlace sino que “intentó la reconciliación a la que veía como liberadora del circuito de violencia padecido”, se aclaró en la sentencia.