No logran formar gobierno y se agrava la crisis política en Italia

EL LÍDER DE LA CENTROIZQUIERDA, PIER LUIGI BERSANI

ROMA.- El líder de la centroizquierda italiana, Pier Luigi Bersani, le informó ayer al presidente Giorgio Napolitano que fracasó en las primeras consultas para formar un gobierno tras no lograr el apoyo de los partidos que le pueden garantizar la mayoría en el Parlamento. Bersani consideró “inaceptables” las condiciones exigidas y “las prevenciones” manifestadas en los últimos cinco días de negociaciones por los partidos rivales, según declaró a la prensa al término de una reunión con Napolitano.

Bersani, jefe del Partido Democrático (PD), aseguró que no logró un resultado “resolutivo” y en un comunicado oficial la formación política precisó que Bersani “no ha renunciado al encargo” de formar un nuevo gobierno, corrigiendo la interpretación de la mayoría de los medios de prensa italianos. “Bersani seguirá trabajando por una salida”, insistió el PD.

Por su parte el presidente Napolitano anunció que se reserva el derecho de buscar “personalmente” otras soluciones para sacar a Italia del atolladero político en que se encuentra, sin un vencedor claro tras las elecciones legislativas de fines de febrero. El jefe de Estado italiano, el único que según la Constitución tiene el derecho de disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas, iniciará hoy las consultas.

LA NEGATIVA DE GRILLO

La negativa de los parlamentarios “antisistema” del Movimiento Cinco Estrellas de votar la confianza al líder del Partido Democrático pesó en la decisión. “Italia puede ser administrada sólo por el Parlamento, el cual puede adoptar una nueva ley electoral así como medidas financieras para ayudar a la pequeña empresa”, propuso en su blog el cómico Beppe Grillo, líder de movimiento. El irreverente fustigador de la clase política propone salidas nuevas, que rompen con la tradición y no excluye un gobierno presidido por una personalidad por encima de las partes y hasta un inédito gobierno sin jefe de gobierno.

Bersani se reunió ayer con los dirigentes de su partido y su aliado de izquierda SEL (Izquierda ecológica y libertad) después de haber iniciado la semana con una serie de entrevistas con los sindicatos, los industriales y organizaciones cívicas.

Pese a que el movimiento de Beppe Grillo aboga por una serie de cambios, entre ellos la reforma de la ley electoral y el recorte drástico del gasto de la política, tal como propone el PD, las dos formaciones no logran ponerse de acuerdo. “Desde hace 20 años escucho las mismas palabras y luego no se hace nada”, aseguró el miércoles Roberta Lombardi, portavoz del movimiento de Grillo en la Cámara de Diputados, resumiendo el disgusto de su formación por la política tradicional.

Las posibilidades de que la izquierda logre superar el obstáculo y obtenga la confianza de las dos salas del Parlamento, parecen difíciles. Bersani no logró salir de la encrucijada y no convenció a Grillo, ni a su patrulla de parlamentarios, y al mismo tiempo negó aliarse con la derecha del magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi y dar vida a un gobierno de “unidad nacional” después de los duros enfrentamientos que han tenido en el curso de los últimos años.

El líder de la izquierda intentó ordenar el rompecabezas, en un momento crucial para la economía italiana, que se encuentra en plena recesión desde hace seis trimestres.

TIRONEOS POLITICOS

La derecha, que perdió por pocos votos los comicios, propuso hace varias semanas un acuerdo a la izquierda, que se negó a aceptar, consciente de que su electorado no toleraría una alianza con el magnate de las comunicaciones, su adversario político por 20 años. Según la prensa, Il Cavaliere propuso al PD un intercambio de favores y a cambio del apoyo en el Senado, donde no obtuvo la mayoría necesaria, pide que el candidato a suceder en mayo al presidente de la República Napolitano, sea una figura de su sector político.

Todas las puertas se han cerrado al parecer para Bersani y el presidente Napolitano se comprometió a buscar una solución, en un momento delicado para la tercera economía de la zona euro, azotada por el desempleo, que alcanza el 12%. La ingobernabilidad de Italia y la posibilidad de que sea de nuevo blanco de la especulación de los mercados y que se dispare de nuevo el riesgo país, preocupan en Europa.