Reclamos en varios barrios por dificultades en la llegada de ayuda

EL CENTRO DE RECEPCIÓN Y ENTREGA DE DONACIONES DE 7 Y 523, DONDE LAS NECESIDADES Y LA SOLIDARIDAD SE SIGUEN DANDO LA MANO

La solidaridad no tiene límites y por estas horas el país entero abraza a La Plata para que la salida del desastre sea algo más fácil. La ayuda está, pero la llegada a destino sigue encontrando dificultades. Ese fue el reclamo que ayer se escuchó en diferentes barrios y que llevó a cientos de vecinos a protestar con incontables piquetes en calles y avenidas.

Mientras en la Catedral eran cientos y cientos los que se sumaban a una conmovedora movida solidaria, en diferentes barrios crecían los reclamos y reproches por la asistencia que se esperaba pero no llegaba.

Lo mismo ocurría en el centro de operaciones de 7 y 523, en cada una de las parroquias, en instituciones culturales, deportivas, empresarias, sindicales y comerciales. Todos recibían, todos donaban. Miles y miles en las calles, con bolsones que llenaban camionetas, camiones enteros del Ejército, autos particulares y hasta carros tirados a mano o por bicicletas.

Sin embargo, desde las primeras horas del día y hasta el cierre de esta edición eran decenas las protestas vecinales que alertaban por demoras en la entrega de ropa y alimentos en distintos puntos de la Ciudad.

Los Hornos, San Carlos, Tolosa, Villa Elvira, La Loma, plazas Brandsen y Paso fueron algunos de los escenarios de las protestas vecinales. “Los chicos están descalzos porque no tienen zapatillas para ponerse, no tenemos dónde dormir porque no hay colchones. No tenemos ropa de abrigo, ni agua. Yo tengo un hijo discapacitado y no me puedo mover y el camión del Ejército llegó a una cuadra de mi casa, y hasta acá no vino”, le dijo ayer al diario entre lágrimas Fernanda Barrios, de 62 y 161, y su testimonio representaba el de cientos de vecinos.

Colchones, leche, ropa y muebles fueron algunos de los elementos más solicitados a lo largo de toda la jornada. Como ocurrió el jueves, el malestar vecinal derivó en piquetes que en algunas casos se hicieron con muebles destruidos y hasta con las bolsas de basura repletas de pertenencias y recuerdos personales.