Las plantas crecen bien sin gravedad

Especial para EL DIA de National Geographic

Las plantas que los investigadores incluyeron en la Estación Espacial Internacional en 2010 no tenían un fin decorativo.

Las semillas de estas plantas de flores blancas y pequeñas -llamadas Arabidopsis thaliana- fueron parte de un experimento para estudiar la forma en que se desarrollaban las raíces en un ambiente ingrávido.

La gravedad tiene una influencia importante en el crecimiento de la raíz, pero los científicos descubrieron que sus plantas espaciales no la necesitaban para prosperar.

El equipo de investigación de la Universidad de Florida en Gainesville sostiene que su capacidad está relacionada con la habilidad inherente a una planta de orientarse a medida que crece.

SEMILLAS

Las semillas germinadas en la Estación Espacial Internacional echaron raíces que se comportaron como lo habrían hecho en la Tierra: alejándose de la semilla para buscar nutrientes y agua con el mismo esquema observado en ambientes con gravedad.

Como en ese momento las plantas orbitaban a 350 kilómetros de la Tierra, del experimento financiado por la NASA se desprende que las plantas todavía conservan un instinto terráqueo cuando ya no tienen la gravedad como guía.

“El rol de la gravedad en el crecimiento y desarrollo de las plantas en ambientes terrestres se comprende totalmente”, expresó la genetista y coautora Anna-Lisa Paul, de la Universidad de Florida.

“Lo que no se comprende tanto es cómo responden las plantas cuando no hay gravedad”, agregó la científica.

El nuevo estudio reveló que “hay aspectos del crecimiento de las plantas que creíamos que eran el resultado de la acción de la gravedad sobre las células y órganos vegetales y que realmente no requieren gravedad”.

Paul y su colaborador, Robert Ferl, biólogo de la Universidad de Florida, controló las plantas desde el Centro Espacial Kennedy de Florida valiéndose de imágenes enviadas desde la estación espacial cada seis horas.

Crecimiento de la raíz

Las plantas espaciales, cultivadas en un gel rico en nutrientes, desarrollaron sus raíces según el esquema familiar según el cual se inclinan progresivamente al ramificarse.

“Cuando vimos las primeras fotos enviadas desde la órbita y notamos que presentaban este fenómeno nos sorprendimos bastante”, aseguró Paul.

Siempre se creyó que esa inclinación era el efecto que tenía la gravedad en la forma en que la punta de las raíces interactúa con las superficies que encuentra al crecer, agregó la científica. Pero Paul y Ferl sospechan que en ausencia de gravedad, hay otros motivos por los cuales la planta aparta sus raíces de la semilla y del tallo que busca luz. Entre esos motivos puede figurar la humedad, los nutrientes y la tendencia a evitar la luz.

conclusion

“La conclusión es que aunque las plantas “saben” que están en un ambiente nuevo, crecen bien”, agregó Paul.

Este descubrimiento alienta la perspectiva de cultivar vegetales comestibles en el espacio y, finalmente, en otros planetas.

“Realmente no hay impedimento para cultivar plantas en microgravedad, como sucedería en una misión a largo plazo a Marte, o en ambientes de gravedad reducida como invernáculos especializados en Marte o en la luna”, explicó Paul.

Los descubrimientos de este estudio fueron publicados por la revista científica BMC Plant Biology.