El cicloturismo regional, una movida que suma seguidores en la Ciudad

GRUPO LA LOMA

Al igual que en su infancia, María Laura Giuliani y su amigo Roberto redes cubrieron hace unos años el placer de agarrar la bici e ir cada vez un poco más allá. Para recuperarse de una cirugía de rodilla, en el caso de ella; para bajar el colesterol, él, ambos decidieron en 2008 empezar a pedalear. La primera vez que llegaron hasta la rotonda de Alpargatas -aseguran- “fue como haber cruzado los Andes con San Martín”. Desde entonces no han parado de realizar escapadas en bicicleta a cada uno de los pueblos de la Región; sólo que ahora ya no van solos: cada domingo se les suman unas cincuenta personas más.

Impulsores del grupo “Se nos salió la cadena”, María Laura y Roberto integran una movida que recluta cada año más seguidores en nuestra ciudad, la del cicloturismo regional. “La gente se dio cuenta de que tenemos un entorno privilegiado para andar en bici: alrededor de La Plata hay un montón de caminos rurales y pueblos hermosos para conocer”, dice Luis Vázquez, uno de los precursores, al explicar el auge que vive la actividad.

Como Roberto y María Laura, también Luis -que es fundador del Grupo La Loma- reconoce haber llegado al cicloturismo un poco de casualidad. “En 2003, cuando me robaron la bicicleta por dejarla sola con candado, decidí empezar a llevarla conmigo a donde tuviera que ir. Así empecé a a pedalear fuerte y me fui entusiasmando cada vez más”, dice.

Deseoso de compartir con otros eso que había descubierto, Luis solía por entonces perseguir a los ciclistas que se cruzaba por la calle para darles su tarjeta e invitarlos a pedalear por los alrededores de la Ciudad. Y si bien logró reunir un pequeño grupo de amigos que lo acompañaban no fue hasta años más tarde, al popularizarse el uso de las redes sociales, cuando su propuesta realmente explotó. “Al principio llegar a juntar quince personas nos parecía cosa de locos; hoy hacemos salidas en las que somos cerca de cien”, afirma Luis.

Para él, lo que más motiva a la gente a sumarse al grupo es el deseo de compartir con otros el simple placer de pedalear. “Las personas se acercan en general en busca de compañía para salir con la bici porque se dan cuenta de que así la pasan mejor. Son tres o cuatro horas en que pedaleás, charlás y te desenchufás de todo. Pero a lo largo de estos años también se han formado muchas amistades e incluso parejas que hoy tienen hijos, y eso es algo que me llena el alma”, cuenta Luis.

“La gente se relaciona de una manera más distendida al estar encima de la bici. Las salidas te permiten compartir momentos lindos con gente de la que tal vez no sepas el apellido, cómo se gana la vida o a quién votó”

“La idea es mantenerse en buen estado físico y compartir con otros algo que te gusta hacer”, resume por su parte María Laura Giuliani al explicar las principales motivaciones de quienes integran su grupo. También ella resalta el efecto terapéutico que tiene el pedalear. “La gente se relaciona de una manera más distendida al estar encima de la bici. Las salidas te permiten compartir momentos lindos con gente de la que tal vez no sepas el apellido, cómo se gana la vida o a quién votó. Porque lo que prima en el grupo es la solidaridad”.

“Cada vez que se suma alguien nuevo nos desvivimos por alentarlo para que siga viniendo y nunca dejamos a nadie atrás -agrega María Laura-. Nos interesa que los nuevos se den cuenta de que no somos atletas, sino gente común que sale a pedalear seguido, y que en dos o tres meses de andar juntos podemos estar todos al mismo nivel”.

En el Grupo La Loma comparten ese mismo espíritu integrador: “nuestro perfil es más bien familiar, vienen muchos matrimonios, y tenemos gente desde los 12 a los 83 años edad. Además organizamos salidas pensadas con distintos niveles de dificultad para que todos puedan participar”, explican.

Lo cierto es que si bien los grupos de cicloturismo tienden a integrar a cualquiera que desee sumarse, hay que tener presente que sus circuitos rara vez bajan de los 40 kilómetros de extensión y que, por realizarse sobre caminos que muchos veces son de tierra, requieren contar con una bicicleta en buenas condiciones.

En cuanto a las salidas, si bien cada grupo tiene su modalidad, suelen realizarse los domingos desde temprano y duran alrededor de cuatro horas con paradas para comer algo y descansar.

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