Para robar la casa de una jubilada, atan y amordazan a la enfermera

LA VIVIENDA DE 55, DIAGONAL 75 Y 25 EN LA QUE SE PRODUJO EL ASALTO AYER A LA MAÑANA

Es probable que hayan hecho inteligencia previa o que alguien les acercaron el dato. Lo cierto es que los dos delincuentes estuvieron a las nueve de la mañana en punto, esperando a que llegara la enfermera que cuida a diario a la dueña de una casa cercana al parque San Martín.

Y a esa hora la enfermera llegó, como lo hace habitualmente, a la vivienda de 55, diagonal 75 y 25. Segundos después la abordaron los asaltantes, que tras amenazarla con un arma de fuego la obligaron a entrar con ellos a ese domicilio.

Allí, los sujetos la ataron, la amordazaron y la despojaron de sus pertenencias.

La otra víctima fue la dueña de la propiedad, una mujer de 87 años que “está postrada en la cama desde marzo, tras sufrir un ACV”, según informó a EL DIA un hijo suyo.

“BUSCABAN DINERO Y JOYAS”

En la puerta de la casa de su madre, este hombre de 53 años contó que “los ladrones querían llevarse dinero y joyas”.

Según dijo, “a mamá le robaron entre 1.000 y 2.000 pesos. Y si bien revolvieron toda la casa, no pudieron llevarse también joyas por la sencilla razón de que ella no tiene”.

El hombre señaló después que “si bien mi madre los alcancé a ver, aunque mucho no se da cuenta por su edad y por las consecuencias del ACV, la peor parte se la llevó su enfermera”.

Tras estimar que esta última “tiene entre 25 y 30 años”, comentó que “la ataron y la amordazaron”.

Asimismo, se mostró convencido de que “estos tipos sabían a qué hora llega la enfermera, que cuida a mamá desde hace dos años, y la esperaron para poder entrar a robar”.

OTRO ASALTO HACE DOS MESES

Por otra parte, el hijo de la jubilada reveló a EL DIA que, en esa misma vivienda, un delincuente cometió otro asalto.

“Fue a las cuatro de la tarde del 2 de noviembre pasado. Y el ladrón se metió en la casa luego de treparse al balcón de la planta alta”, reveló. Con respecto a aquel episodio, el hombre recordó que, “al igual que el cómplice que lo esperaba en la calle, (el ladrón) tendría entre 30 y 35 años. Creo que habrá estado acá cinco minutos, porque enseguida llegué para visitar a mamá y me lo encontré robando”.

Esa dramática situación bien pudo haber puesto en riesgo su vida: “Por suerte el delincuente no estaba armado, porque capaz que me mataba”, admitió.

Pero, finalmente, “lo corrí tres cuadras y no pude alcanzarlo, así que se terminó escapando con 2.000 pesos que consiguió robarme”.

A su vez, hizo referencia a que “mamá vive en este barrio desde hace 60 años. Y calculo que no le robaban desde hace dos décadas, cuando hubo un caso de `raterismo` y algún `cuento del tío`. Y en los dos últimos meses, ya se metieron a robar en esta casa dos veces”.

“Eso demuestra la inseguridad con la que todos estamos viviendo. Es una locura. Una persona de la edad de mi madre no tendría que estar pasando por esta clase de episodios”, reflexionó.

Con toda la indignación a flor de piel, el hombre luego ingresó a la vivienda de la jubilada.

Allí lo aguardaban los peritos de la Policía Científica que arribaron a la escena para levantar huellas dactilares que ayudaran a orientar la búsqueda de los autores de este nueva entradera. Se iniciaron actuaciones por “robo calificado”.