De una embarazada, al ladrón: “¿Querés que robe, como vos?”

GRISELDA SABORIDO, ENCARGADA DEL LOCAL DE ROPA, ESTÁ EMBARAZADA DE 6 MESES Y MEDIO

Otra vez, una embarazada quedó envuelta en el pico de tensión interminable que le significó tener a un ladrón enfrente, apuntándole con un arma. La situación se replicó en una cuadra en la que habían robado otro negocio el lunes pasado, y en el que los comerciantes ya se mostraron hartos de la inseguridad.

Eran poco más de las 16.30 de ayer, cuando en un local de ropa de 96 entre 117 y 118 solamente quedaba la dueña, embarazada de seis meses y medio.

Aprovechando que un momento antes el hermano de la mujer había salido, quien entró al negocio fue un hombre de alrededor de 30 años “visiblemente drogado”, según la percepción de la víctima.

Y aunque en un primer momento simuló estar interesado en comprar un regalo para un nene, el delincuente tardó poco en sacar una pistola calibre 22.

Griselda Saborido (39), la encargada del local, anticipó el asalto antes de ver el arma. “Cuando lo vi ya sabía que me iba a robar. Todo cerraba”, le dijo la embarazada a este diario.

El ladrón agitó en el aire la pistola constantemente, y hasta la martilló, para hacerle notar a la mujer que tenía balas en el cartucho.

“Estaba nervioso, constantemente pedía más plata. Yo me enojé y hasta le pregunté ‘¿de dónde voy a sacar más?, ¿querés que salga a robar como vos?”, relató Griselda.

Inclusive, la mujer apeló a que el asaltante analizara lo que hacía: “Si me matás vas a hacer una c...”, le advirtió.

Después de robarse poco más de 300 pesos de la caja, que incluyó hasta las monedas de la registradora, el ladrón se escapó caminando hacia 119, aparentemente sin cómplices.

Este caso se enmarca en otro asalto a mano armada cometido el lunes pasado en un kiosco que funciona a 10 metros del local de ropa.

“Esta cuadra es un desastre. Cada vez que roban la Policía está lejos. Acá todavía no vino ningún patrullero”, protestó Griselda media hora después del episodio.

Otro antecedente relacionado a este caso fue un asalto ocurrido el martes en un supermercado de 7 y 610, en barrio Aeropuerto, en el que encañonaron a una joven embarazada y hasta la obligaron a tirarse al piso mientras robaban.

En lo que fue el primer hecho que le tocó sufrir en su local, Griselda sentenció con bronca: “Me podrían haber matado o violado y la Policía ni venía”.