No hay tiempo para lamentos, la vida continúa para el Pincha

ESTUDIANTES PEGÓ LA VUELTA TRAS SU PASO POR FORMOSA, DONDE FUE ELIMINADO DE LA COPA ARGENTINA POR HURACÁN

BALANCE
Por NICOLAS NARDINI

Recuperarse después de un cachetazo no es para cualquiera. Resulta fácil de declamar desde afuera, pero no es sencillo de protagonizarlo desde adentro para quien acaba de recibir un golpe inesperado, como esos ganchos que aparecen de la nada cuando está a punto de sonar la campana en el cierre de un round en un cuadrilátero de box.

Aún perturbado por el trago negativo sufrido en Formosa, este equipo de Estudiantes puede (y debe) seguir con la frente en alto porque en un abrir y cerrar de ojos se le presenta un nuevo desafío, en este caso, por el torneo local, donde se mantiene en una posición expectante tras los puntos dejados en el camino por el líder del certamen el pasado domingo.

SIN LUGAR PARA LOS LAMENTOS

El fútbol no deja espacios para los lamentos. Una cosa es la autocrítica tras una obligada revisión, ya en frío, de lo que se hizo bien y lo que se hizo mal en la excursión formoseña. Pero otra muy distinta es quedarse llorando sobre la leche derramada en lugar de inflar el pecho pensando en que la revancha está a la vuelta de la esquina.

Estudiantes ha demostrado, con este plantel y este cuerpo técnico, que tiene material idóneo para salir adelante tras un paso adverso.

La derrota ante Huracán en la fatídica tanda de penales aún está fresca, pero la exigencia del calendario impone una rápida recuperación anímica. Ahí está Racing en el camino del Pincha, un nuevo desafío que le permite ir en búsqueda de una rápida revancha, eso que tanto le gusta a los jugadores que con mentalidad ganadora, que jamás se contentan con la búsqueda de excusas de lo que pudo ser y no fue.

Y a la vuelta de la esquina está Peñarol, con quien Estudiantes, por la Copa Sudamericana, reeditará uno de los clásicos con más chapa del fútbol sudamericano. El equipo de Pellegrino no tiene tiempo para seguir pensando en lo que se escapó, por el contrario, debe focalizarse en lo que debe mejorar para cambiar la bronca del inesperado adiós en Copa Argentina por sendas alegrías en el torneo local y en la competición internacional.

PUEDE SERVIR DE LECCION

El cachetazo propinado por Huracán, quizás, sirva de lección para saber que nada está ganado de antemano, que cada objetivo se consigue dando siempre el máximo de las posibilidades en lo físico y lo futbolístico.

Haber regalado casi un tiempo y no haber conservado una ventaja que le costó mucho sudor, son dos cuestiones que aún debe merodear por la cabeza de los jugadores.

Pero eso es tiempo pasado. El Pincha debe dar vuelta la página. Lo esperan dos compromisos que pueden resultar un trampolín para cambiar las caras largas por rostros cargados de ilusión. Todo dependerá de la capacidad para asimilar el golpe y salir adelante con ansias de rápida revancha.