Hospitales de la Región ya se preparan por el ébola

EL TRASLADO DE LA ENFERMERA ESPAÑOLA AFECTADA POR ÉBOLA. EL CASO SE CONOCIÓ ESTA SEMANA JUNTO A LA MUERTE DE UN PACIENTE PROVENIENTE DE LIBERIA EN ESTADOS UNIDOS. ESOS CASOS OCURRIDOS FUERA DE AFRICA SUMADOS A UNO SOSPECHOSO EN BRASIL (FINALMENTE NEGATIVO) DISPARARON LA PREOCUPACIÓN POR LA ENFERMEDAD

Sucedió hace alrededor de un mes: el barco, que esperaba en la rada, venía desde Sudáfrica y un tripulante filipino manifestó síntomas como fiebre alta y dolores musculares. El capitán de la nave lo reportó a Sanidad de Fronteras y ese llamado activó un protocolo preventivo que incluyó la revisación del paciente, de la tripulación del barco y el visado de las historias clínicas, entre otras medidas. Esta fue una de las cinco falsas alarmas que se registraron en los últimos meses en el país vinculadas al ébola. Fueron todas anteriores a la última semana, que marcó una bisagra en torno a la enfermedad que mantiene en vilo al mundo, a partir del registro de los primeros casos fuera del continente africano. Uno, el de una enfermera contagiada en España que se encuentra en grave estado. El otro, el de un ciudadano liberiano, muerto en Estados Unidos.

Esos casos no hicieron más que incrementar la preocupación en torno a una enfermedad con una alta tasa de letalidad, que ya mató a 4.000 personas en tres países de Africa (Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona), provocó pérdidas económicas calculadas en 32.600 millones de dólares e impregnó todos los aspectos de la vida cotidiana en las naciones afectadas, que se caracterizan por tener sistemas de salud muy endebles. El escenario es distinto en países como Nigeria o Senegal, que si bien también sufrieron brotes, pudieron controlarlos a partir de sus mejor organizadas estructuras sanitarias, logrando una mortalidad sensiblemente más baja.

Los casos de España y Estados Unidos y otro sospechoso registrado el viernes en Brasil (que finalmente se descartó ayer) pusieron el miedo a la enfermedad cada vez más cerca e instalaron con fuerza dos interrogantes. ¿Puede llegar el ébola a nuestra Región? Y si eso sucede: ¿cómo está preparado el sistema de salud para enfrentar la eventual aparición de casos de la enfermedad?

Según indicaron a este medio fuentes del Ministerio de Salud e infectólogos locales, la posibilidad de que se presenten casos en La Plata o el Gran La Plata existe, aunque se considera remota. Ante esa chance, se afirma, se diseñaron protocolos que están vigentes y determinan cómo debe actuar el personal de salud, establecen cuáles van a ser los centros de referencia primarios y secundarios para concentrar y tratar los casos de la enfermedad que eventualmente se presenten, hacer los seguimientos correspondientes y determinar áreas de aislamiento para el tratamiento de los enfermos en cada centro de salud. Al mismo tiempo, a partir de esta semana en los hospitales de la región se comenzarán a hacer simulacros para capacitar al personal en aspectos básicos, como el uso de los trajes de seguridad, los del más alto nivel de protección establecido por la Organización Mundial de la Salud, ya que ninguna parte del cuerpo del profesional que trate a los enfermos puede estar expuesta al contagio.

Luis Crovetto, director de Medicina Preventiva de la Provincia indicó a este diario que “la población tiene que estar tranquila. En esta etapa es necesario poner el foco en el personal sanitario y de limpieza de los hospitales, que es el que tiene que estar capacitado para responder si aparece un caso”, dice.

La situación del personal de salud preocupa especialmente: según datos brindados a este diario por la ONG Médicos sin Fronteras de Argentina, desde que se inició la actual epidemia en Africa, en el mes de marzo, 240 trabajadores sanitarios se infectaron y 120 murieron haciendo su trabajo.

El caso registrado en España afectó a una enfermera y puso en cuestión todos los protocolos de actuación: la mujer atendía a dos religiosos españoles que se habían contagiado en Africa y según se cree, cometió un error al sacarse el traje de seguridad y otro al tener los primeros síntomas y dirigirse a una guardia común sin poner en conocimiento al médico que la trató de que había estado en contacto con enfermos de ébola. Ayer, personal sanitario de España se quejaba de que no habían recibido suficiente instrucción sobre cómo actuar.

Para el infectólogo Amadeo Esposto, jefe del Servicio de Infectología del Policlínico San Martín, “ante la pregunta de si podemos llegar a tener en la región algún caso de ébola la respuesta es sí; si se nos pregunta cómo estamos preparados, esta semana se empiezan a hacer simulacros de actuación, ya se designaron áreas de aislamiento en el hospital que funcionaron como tales durante el brote de gripe H1N1 en el 2008 y se imprimieron carteles para que cualquier paciente que venga de una zona con ébola lo transmita al médico que lo va a atender”.

Mientras tanto, desde el Ministerio de Salud se indica que cuando la Organización Mundial de la Salud dio el alerta mundial por la actual epidemia de ébola, se reunió a referentes de Nación y Provincia con infectólogos de todo el país para elaborar el protocolo de respuesta que hoy está vigente.

El plan de contingencia establece hospitales de referencia (el Garrahan, e Cosme Argerich y el Néstor Kirchner a nivel nacional y en un segundo nivel los provinciales como el de Niños Sor María Ludovica o el San Juan de Dios, en nuestra Región) para la concentración de los enfermos en salas convenientemente equipadas y aisladas.

El plan incluye el uso de un helicóptero, un avión sanitario y ambulancias especialmente equipados para el traslado de los enfermos.

El foco, por el momento, está puesto en puertos y aeropuertos. Según se explicó, el instructivo establece que siempre que un pasajero presente algún síntoma, la tripulación está obligada a comunicarlo inmediatamente a Sanidad de Fronteras para que prepare el operativo de contingencia y avise a autoridades sanitarias para efectuar el traslado con los trajes de aislamiento y bioseguridad indispensables para evitar contagios.

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