Un festejo en el rugby local

ALBATROS GANÓ UN PARTIDO DURÍSIMO EN HERNÁNDEZ Y RETORNÓ A LA SEGUNDA DIVISIÓN DE LA URBA. FESTEJO TRICOLOR

Por JUAN MANUEL SAENZ

Albatros logró ayer el ascenso al Grupo II de la URBA al derrotar 18 a 12 a Varela Jr., por los cuartos de final de los playoffs del Grupo III.

Toda la familia de Albatros vivió un sábado soñado en Hernández, porque desde temprano el campo de deportes, que lleva el nombre del recordado Ovidio Santín, se llenó de chicos del rugby infantil y juvenil, que fueron los artífices del aliento con bombos, banderas y trompetas durante toda la tarde.

Con el correr de los minutos y antes de comenzar el partido, las tribunas se tiñeron con los colores de Albatros. Las banderas flameaban en lo más alto y el empuje de los chicos con las camisetas con tintes celestes, rojos y blancos se hizo notar.

Luego de la charla técnica, los jugadores ingresaron a la cancha 1 entre dos hileras de chicos del rugby infantil, que los recibieron a puro canto y papelitos. La fiesta estaba lista para que el equipo de Oscar Machado pueda lograr el objetivo planteado al inicio del año: el ascenso al Grupo II.

El primer tiempo comenzó muy mal para el conjunto local, porque Varela Jr, que también buscaba el ascenso, se puso en ventaja con un drop y dos penales. Albatros no podía pasar la mitad de cancha y en la primera que tuvo sumó de a tres con un penal del medio scrum y capitán Agustín Sáenz.

El Tricolor perdía 9 a 3, pero en la última jugada del primer tiempo, el fullback de Varela Jr. apuntó la guinda al cielo y bien lejos de su ingoal. La tomó Ian Mc Dougall en su propio campo y no dudó en correr hasta apoyar el primer try de la tarde.

En una jugada soñada, el juvenil se sacó de encima a seis rivales y se zambulló al ingoal para desatar la locura de la hinchada de Albatros.

La conversión de Sáenz puso el marcador 10 a 9 para Albatros y así se terminó el primer tiempo.

En la segunda parte otro penal de Sáenz estiró la ventaja, pero Varela Jr. no se entregó y se puso en partido por la misma vía. La chapa marcaba 13 a 12 para el local, pero la tranquilidad llegó a diez minutos del final, cuando el octavo Josué Bisceglia pescó una pelota a cinco yardas y terminó apoyando al costado de la bandera el try que le daba aire al Tricolor.

Con las pulsaciones a flor de piel, Albatros defendió con la vida en los minutos finales. La historia así lo marcaba y gracias al coraje de todos los jugadores, al empuje y el aliento de la gente, el equipo de Machado lo hizo de nuevo. El año que viene jugará en el Grupo II por cuarta vez en sus 43 años de vida. Los Albatros vuelan alto... El Tricolor lo hizo de nuevo...

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