Cada vez hay más accidentes por caminar atentos al celular en la Ciudad

LOS ESPECIALISTAS EXPLICAN QUE LA MAYORÍA DE LOS “PEATONES TECNOLÓGICOS” SON JÓVENES QUE SE DISTRAEN LEYENDO MENSAJES DE TEXTO EN SU CELULAR O ESCUCHANDO MÚSICA EN SUS MP3

Es mediodía. Una joven sale cansada de su trabajo en el microcentro platense y, mientras repasa en su cabeza la lista de cosas por hacer en lo que queda del día, se conecta al Ipod para desenchufarse de la vorágine cotidiana. Es una distracción en su camino de regreso a casa. Por la misma cuadra avanza un estudiante con la mirada clavada en el celular. Abstraídos cada uno en lo suyo, desatienden su entorno, no se ven el uno al otro y chocan entre sí.

Escenas como esta se repiten a diario en cada esquina de la Ciudad y son parte de un fenómeno urbano que crece alrededor del mundo: son los llamados “peatones tecnológicos”, transeúntes que caminan distraídos por usar teléfono celular o el reproductor de MP3.

Esas personas, advierten, están expuestas a sufrir un 30 por ciento más de accidentes en la vía pública que quienes no usan esos aparatos. El dato, que surge de un relevamiento internacional, tiene su correlato en la Región, donde los siniestros vinculados al uso de tecnologías en la vía pública van en aumento, según explicó a EL DIA Patricia Spinelli, directora de Emergencias Sanitarias de la Provincia.

La especialista explicó que si bien no hay datos oficiales, en los últimos años es notorio el aumento de siniestros en ese grupo. “Definitivamente es una problemática que ha ido en aumento, especialmente en los accidentes donde hay motos involucradas”, agregó Spinelli.

En tal sentido, explicó que “la falta de casco sigue siendo un problema, pero se suman también los conductores que utilizan auriculares” .

CAMINAR AISLADOS

En las calles sorprende ver la cantidad de peatones que se desplazan sin despegar la vista de la pantalla de su tablet, conversando muy concentrados por celular o absortos en lo que escuchan en sus reproductores digitales. En ese contexto, se apuntó, es habitual observar gente que se choca entre sí, que no escucha las advertencias de las bocinas o hasta se topa contra autos detenidos.

El incremento progresivo de aplicaciones interactivas que millones de usuarios descargan en sus aparatos también tiene que ver con el fenómeno. Servicios de mensajería instantánea, redes sociales, juegos, mapas...la lista de posibles distracciones es interminable. Pero a medida que aumentan esas propuestas, también lo hacen los riesgos para los distraídos peatones.

¿Cómo afecta a la atención de los transeúntes el cúmulo de funciones que ofrecen los dispositivos electrónicos? “El peligro radica en que pierden la noción del riesgo cuando caminan utilizando alguno de estos dispositivos”, explican desde el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi).

“El peligro del uso de dispositivos tecnológicos en peatones -señalan- se puede explicar por dos fenómenos: el aislamiento auditivo de los estímulos externos (aislamiento del medio ambiente) y la distracción (ceguera por falta de atención)”.

Por otra parte los estudios muestran que el tiempo mínimo promedio que lleva para leer un mensaje de texto es de ocho segundos, lapso durante el cual la atención se sustrae de los alrededores para enfocarse en la pantalla. Al fijar la vista los celulares, el campo de visión de las personas se ve considerablemente reducido. Por eso son cada vez más frecuentes los sobresaltos de peatones que se llevan por delante a otro transeúnte, un poste de luz, un tacho de basura o cualquier otro objeto del mobiliario urbano.

Los expertos sostienen que es tal la abstracción que “hasta el equilibrio se ve afectado”, dando lugar a los conocidos ‘pasos en falso’, en los que se falla al percibir las ondulaciones del terreno. Esto es, de forma inconsciente, el peatón apoya su pie esperando encontrar el suelo allí donde en realidad no está.

“Venís caminando y de repente pisas y te caés hacia adelante porque estaba el cordón y ni lo viste venir”, comenta Sebastián Torres, joven platense que reconoce que suele caminar y escribir en su celular al mismo tiempo, pero advierte que más de una vez estuvo a punto de ser atropellado por cruzar la calle sin mirar a los costados.

A su vez, durante una llamada telefónica, con un promedio de un minuto y medio de duración, disminuye hasta en un 50% la capacidad de mantenerse enfocado en el entorno.

CONDUCTAS RIESGOSAS

“Tengo que reconocer que me cuesta escribir y caminar al mismo tiempo, porque le erro a las teclas”, asegura Soledad Fossatti, una estudiante del interior, “así que normalmente termino parando para contestar los mensajes, y más de una vez me chocaron por frenarme en seco”.

Lejos de ser un problema menor, distintos estudios advierten que estas conductas agravan el riesgo de muerte de los transeúntes, que ya de por sí son altísimos. En un informe de la Defensoría del Pueblo de la Nación se mostró que de cada 1000 peatones atropellados fallecen 15.

Con el estallido de los nuevos dispositivos, en el mundo se ha calculado para los peatones tecnológicos un aumento en el riesgo de tener un accidente de entre un 30% y un 40%, y en el caso de los ciclistas o conductores de motos, hasta un escalofriante 45%.

La Ley de Tránsito habla de las obligaciones del peatón. “Se debe cruzar la calle con atención, se debe evitar cualquier cosa que ocasione distracción”, dice el texto de la norma.

Sin embargo, los especialistas consultados señalaron que al no haber sanciones previstas, nadie acata las normas.

ALGUNAS REGLAS BASICAS

Desde el Cesvi han difundido algunas normas para “ser un buen peatón”. Entre otros consejos, recomiendan no utilizar celulares, MP3, ni ningún otro elemento que genere distracción y le impida reconocer los indicadores de riesgo; cruzar siempre por las sendas peatonales y, si no la hubiere, por las esquinas.

También aconsejan antes de cruzar mirar hacia ambos lados; no cruzar entre autos a pesar de que indebidamente estén ocupando por completo la senda peatonal; no detenerse sobre la calzada; evitar caminar por el borde de la calzada o por encima de los cordones y poner especial cuidado en los garajes con las entradas y salidas de vehículos.

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