La inseguridad mete miedo en los barrios de Berisso

ULMA HERRERA ESTABA JUNTO A SU ESPOSO, OSCAR SOSA, CUANDO LO AGREDIERON BRUTALMENTE

La violencia, de la mano de la inseguridad, golpeó por estas horas a un funcionario de la ciudad de Berisso, al que le pegaron y abrieron varios cortes en un asalto que vivió en su casa, junto a su esposa. A ella no le hicieron nada. Y escaparon llevándose 20 mil pesos, entre otras cosas. Horas después -y gracias al GPS del celular- la Policía detuvo a los presuntos responsables: tienen 14 y 17 años. También demoraron a la novia de uno de ellos, de apenas 16.

Todo comenzó sobre la madrugada de ayer, cerca de las 5.30 de la mañana, en 23 entre 162 norte y 163. Ahí viven Oscar Sosa (59), director de Control Urbano en Berisso, junto a su mujer Ulma Herrera (58)). Cuando faltaba poco para el amanecer, el hombre escuchó unos ruidos en la parte de atrás de su casa. Supuso que quizás era su hijo, que había llegado de improviso. Pero no.

Ni bien puso un pie en el comedor Sosa escuchó una voz que le ordenó “tirate al piso”. Luego pudo ver la figura de un joven que sostenía una linterna mientras le apuntaba con un cuchillo.

“Mi marido se levantó y no volvía. Después apareció y me dijo que me quedara tranquila, que nos estaban robando”, contó Ulma a este diario, mientras su marido se reponía del ataque.

El ladrón los mantuvo en la pieza mientras arrasaba con todo lo que encontraba. Un cómplice lo esperaba afuera, de campana.

“En total se llevaron nuestros teléfonos, unas computadoras y aparatos electrónicos, además de unos 20.000 pesos que guardábamos acá ”, comentó Herrera, agregando luego que los ladrones “querían más, nos decían ‘dame más, dame más’. Estaban sacados”.

Aunque entregaron todo, lo peor estaba por venir. El intruso le ordenó a Sosa que se acostara en la cama con su esposa. En ese instante, y por un movimiento repentino que hizo Ulma, el ladrón comenzó a golpear a Oscar, desatando una terrible lucha.

“Le empezó a tirar cuchilladas al ojo”, recordó la mujer, por lo que “Oscar se cubría y así le quedaron todas las manos llenas de tajos, los hombros, la cara, fue salvaje”.

Sin embargo, Ulma reaccionó rápido: salió corriendo, levantó un teléfono y llamó al 911. Los agresores se fueron.

La policía llegó rápido al lugar, desplegando un gran operativo que no logró dar con los delincuentes. Pero gracias a la tecnología, los dos supuestos ladrones fueron capturados horas después. “Uno de los teléfonos era muy nuevo, tiene GPS. Eso nos permitió localizarlo”, contó la mujer. Orden judicial mediante, la empresa de telefonía logró localizar por posición satelital a uno de los asaltantes.

“Fuimos a la comisaría y lo identificamos por el celular, y por una zapatilla mía”, agregó Ulma. Resulta que, en medio de la pelea, el agresor manoteó una de sus zapatillas que fue recuperada junto con el teléfono. El dinero y el resto de los elementos robados, por ahora, no aparecieron.

“Yo creo que los tipos pensaban que teníamos mucho dinero por que somos dueños de una ferretería, y mi marido de una mueblería. Pero no tenemos mucho”, aseguró Ulma. Sosa fue asistido en el hospital Larrain y luego dado de alta.

“ El problema de la inseguridad no es de derechos humanos, es de la justicia. Con la pena de muerte no solucionás nada. Yo soy hija de desaparecidos y sé que el problema se resuelve con la justicia, que no entren y salgan a las comisarías como si nada, hay que enfocarse en eso”, concluyó la mujer, después del terror.

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