Murió un pedazo de historia

TULIO HALPERÍN DONGHI VIVÍA DESDEE HACE TIEMPO EN ESTADOS UNIDOS Y SU ÚLTIMO LIBRO FUE UN POLÉMICO TRABAJO SOBRE MANUEL BELGRANO, CONSIDERADO SIEMPRE UN PRÓCER INTACHABLE

El historiador argentino Tulio Halperín Donghi falleció ayer a los 88 años de edad de una enfermedad respiratoria y dejó como intelectual una obra de gran valor para América Latina, con un pensamiento cuya riqueza hace imprescindible incluso la polémica entre sus admiradores y críticos.

Doctorado en Historia y Derecho en la Universidad de Buenos Aires, Halperín Donghi ejerció la docencia en la facultad de Filosofía y Letras entre 1955 y 1966, y en la Universidad Nacional del Litoral, en Santa Fe, de la que fue decano. También fue profesor en Oxford, Inglaterra, y desde 1972 enseñaba en la Universidad de California, Berkeley, Estados Unidos.

Nacido el 27 de octubre de 1926 en Buenos Aires, entre sus numerosas publicaciones figuran “El revisionismo histórico argentino”, “El ocaso del orden colonial en Hispanoamérica”, “Una nación para el desierto argentino”, “Guerra y finanzas en los orígenes del Estado argentino (1791-1850)”, “José Hernández y sus mundos”, “De la revolución de la independencia a la confederación rosista”, “La democracia de masas” y “La República imposible”. Halperín Donghi recibió dos Premios Konex de Platino a las Letras en la disciplina Historia en 1994 y 2004, y obtuvo la Mención Especial por Trayectoria en esos premios este año.

El escritor Eduardo Sacheri lamentó ayer la muerte de Halperín Donghi, al que consideró un “historiador imprescindible”. La carrera de Historia de la Universidad Nacional de Noreste (Chaco-Corrientes) sostuvo que “la comunidad de historiadores está conmovida por la noticia del fallecimiento de Tulio”. El historiador y escritor Diego Valenzuela afirmó por su parte que “murió el gran historiador. La última cosa que hizo fue llamarnos a repensar a Belgrano”.

Dueño de un pensamiento polémico, que a veces dividía aguas, en una entrevista con Felipe Pigna sostuvo sobre el golpe de Estado de 1976: “Lo que hizo inevitable el golpe fue no tanto lo que se llamaba el problema de la subversión, que era invocado como el elemento principal para el golpe, sino la incapacidad del gobierno peronista, del gobierno de Isabel Perón para darse una política viable”.

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