Reconstruyeron el crimen de la joven estudiante chilena

LA JOVEN ESTUDIANTE CHILENA ASESINADA DE 11 PUÑALADAS. AYER SE REALIZÓ LA RECONSTRUCCIÓN DEL HECHO

Peritos y funcionarios judiciales reconstruyeron ayer el crimen de la estudiante chilena Nicole Sessarego Bórquez, ocurrido el 15 de julio pasado en el barrio porteño de Almagro, tras lo cual uno de los abogados de la querella, Julio Cisterna, consideró que el próximo paso será el “procesamiento” del único imputado, Ariel Azcona.

Cisterna indicó que la reconstrucción, llevada a cabo durante la madrugada, se realizó debido a que el juez de la causa, Luis Zelaya, quería “despejar dudas o determinar los últimos segundos de Nicole hasta llegar al pórtico de su casa”.

Asimismo, el objetivo fue “establecer las dos hipótesis” del ataque, que tuvo lugar en la calle Don Bosco al 4100, cuando la víctima fue asesinada de 11 puñaladas.

En declaraciones a la prensa, el letrado explicó que el operativo replicó los últimos movimientos de Sessarego Bórquez, “cuando cruza el Banco Patagonia (en avenida Rivadavia al 4100) hacia la acera del frente y se dirige caminando hacia la calle Don Bosco (a una cuadra) y luego girando a la derecha”, detalló.

“Tomando en consideración la hora en que pasa y cruza el Banco Patagonia, y luego la referencia del imputado limpiándose las manos en la última cámara, existe un lapso de tiempo”, aclaró Cisterna y completó: “Se trató de llenar este blanco para establecer efectivamente la secuencia. Fue algo esclarecedor”.

Azcona, de 22 años, es el único imputado por el crimen, luego de que su ADN coincidiera con las manchas de sangre encontradas en la escena del crimen.

El letrado explicó que una de las hipótesis del ataque indica que la víctima “puso la llave en la puerta, la abrió y en ese momento es ultimada, ya sea girando hacia la calle, recibiendo las heridas, o yendo al hall de entrada del edificio y el imputado cerrando la puerta con su mano izquierda y fugando”.

La segunda hipótesis sostiene que la propia joven tras ser herida fue “hacia adentro” del edificio y cerró la puerta.

El abogado consideró que “cualquiera de las dos hipótesis pareció válida en esta reconstrucción”.

“No nos quedan dudas de cómo fue la secuencia, hasta que este muchacho llega a la calle Rivadavia y se limpia las manos con sangre, o el arma, en la vereda sur”, indicó en referencia a las imágenes registradas por las cámaras de seguridad de la zona.