Colombia suspende el diálogo con las FARC tras rapto de un general

EL GENERAL RUBÉN DARÍO ALZATE (IZQ.) SALUDA A UN SOLDADO EN BOGOTÁ, EN AGOSTO PASADO

BOGOTÁ.- A dos años de iniciado el proceso de paz entre el gobierno colombiano y las FARC, el presidente Juan Manuel Santos anunció la suspensión de las negociaciones tras el secuestro de un general del Ejército, hecho que fue relativizado por la organización guerrillera que indicó que existe un boicot para acabar con el proceso de paz que se lleva a cabo en La Habana. La delegación de paz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Cuba convocó para hoy a una rueda de prensa en la que se presume que se pronunciará sobre la suspensión del diálogo decidida por Santos.

En tanto, ayer se publicó un editorial adjudicado a la guerrilla en la agencia colombiana de noticias Anncol, afín a la organización insurgente, donde se señaló que el general Rubén Darío Alzate (55) se entregó a “un supuesto comando” guerrillero y que hay sectores que intentan boicotear el proceso de paz, luego de que el presidente anunciara la suspensión del ciclo de diálogos que debía comenzar hoy en La Habana.

TRES SECUESTRADOS

El general Alzate, un soldado profesional y una abogada fueron interceptados el domingo por hombres armados cuando viajaban en una embarcación de alta velocidad por un río de Quibdó, en el departamento de Chocó y a unos 310 kilómetros al oeste de Bogotá. Un cuarto soldado logró escapar e informó que los responsables son integrantes del frente 34 de las FARC.

Se trata de la primera ocasión durante el conflicto armado que tiene medio siglo de duración que los rebeldes capturan a un general. Santos dijo que la captura es “totalmente inaceptable” y ordenó a los delegados de paz del gobierno que no viajaran ayer a Cuba para una nueva ronda de conversaciones, a la espera de la liberación de Alzate y los otros raptados.

“Responsabilizamos a las FARC de la vida y la seguridad de estas tres personas”, declaró el mandatario, y pidió que sean liberadas “cuanto antes”. Aunque Santos culpó a las FARC de la desaparición del general, también pidió que se informe porqué Alzate, con 31 años de carrera militar, supuestamente infringió las normas castrenses y viajó a la peligrosa zona vestido de civil sin guardaespaldas.

El frente 34 de las FARC, al que se le responsabiliza del secuestro de Alzate, está acusado de incumplir los ceses de fuego ordenados por la comandancia de la guerrilla, conocida como Secretariado, durante los últimos dos años en épocas de elecciones y festividades de fin de año. Ese frente forma parte del Bloque Occidental, cuyo comandante es alias Pablo Catatumbo, miembro de la delegación rebelde que negocia en La Habana con el gobierno desde noviembre de 2012. Las FARC capturaron recientemente a dos soldados tras combates en el noreste del país y se los acusa de matar a dos miembros de una tribu indígena que se enfrentaron a rebeldes que colgaban carteles a favor de la organización guerrillera.

El caso de Alzate hace recordar que la por entonces candidata a la presidencia Ingrid Betancourt fue secuestrada en febrero de 2002 por las FARC cuando se dirigía, sin atender las recomendaciones de las autoridades, a la zona de distinción establecida por el entonces mandatario Andrés Pastrana para los diálogos.

Cuando los rebeldes detuvieron a Betancourt y a su asesora Clara Rojas desconocían quiénes eran y el valor político de ambas. Betancourt fue rescatada por el ejército en una operación en julio de 2008. Al principio de ese mismo año, Rojas había sido liberada por las FARC, tras la mediación del fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez. El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, dijo que ya entró en contacto con la Cruz Roja Internacional para pedir su participación en la eventual liberación de los rehenes.

Alzate es comandante de la Fuerza de Tarea Titán, un grupo formado por 2.500 elementos del ejército y la marina cuya misión es combatir a los rebeldes y narcotraficantes en las zonas selváticas y remotas que rodean a Quibdó.