Violadas en Etcheverry: suponen que este ataque no fue el primero

VECINOS DE ETCHEVERRY ESTÁN CONMOVIDOS POR EL ATAQUE QUE DEJÓ A LAS VÍCTIMAS AL FILO DE LA MUERTE

A medida que se conocen más detalles de cómo fue el horror que envolvió a una madre y su hija en Etcheverry, violadas y golpeadas por un delincuente en la madrugada del domingo, el espanto y la indignación se hacen mayores. También el miedo, sobre todo porque el principal sospechoso sigue libre (pese al impresionante operativo que se mantiene en la zona) y se afianza la versión de que éstas no fueron sus primeras víctimas. Los rumores daban cuenta de por lo menos otros dos casos, aunque los investigadores aclararon que ninguno fue denunciado (ver aparte).

Igual, para quienes conocen a las dos víctimas, de 23 y 56 años, su preocupación sigue rondando en el estado de salud de ambas, que continúa siendo frágil y demanda el más riguroso de los cuidados del personal médico del hospital de Melchor Romero. Algunos pormenores de cómo fue la salvajada en 226 entre 46 y 47 se conocieron a medida que las fuentes del caso aceptaron difundir ciertos datos. El más escabroso de todos fue que “el agresor utilizó distintos envases y elementos rígidos” durante su sometimiento sexual contra las dos víctimas.

Por esa saña y violencia fue que ambas presentan lesiones internas de distinta clase: su internación parece estar lejos de terminar, al ritmo de una mejoría lenta, que tiene a la madre como la más afectada.

Es que ella fue la que sufrió los golpes más fuertes durante la paliza con la que el delincuente intentó acallarlas y también matarlas. Si bien no consiguió ninguno de sus dos objetivos, nadie en el barrio oyó los aullidos de dolor o los pedidos de auxilio desesperados. Tan feroz fue la golpiza que la joven permaneció dos horas inmóvil en su casa, hasta que pudo incorporarse, ir a la calle y llamar a un vecino.

La investigación del caso se hizo contrarreloj. La posibilidad de que haya actuado otro sujeto quedó casi descartada, y “al principal sospechoso recién ahora lo identificaron formalmente”, dijo un detective.

Se hicieron hisopados sobre las víctimas y otras diligencias para obtener un ADN factible de cotejo. Y con el dato de que al acusado lo habían visto en algunos negocios de Olmos se desplegó un impresionante operativo, sin resultados.