Copan destacamento, apuñalan a un policía y liberan a detenidos

EL DESTACAMENTO POLICIAL DE MÁXIMO PAZ. ALLÍ, EN HORAS DE LA MADRUGADA DE AYER, OCURRIÓ EL INUSUAL COPAMIENTO Y EL BRUTAL ATAQUE A UN OFICIAL DE GUARDIA, QUE TERMINÓ APUÑALADO

De los cuatro detenidos por el presunto robo de un auto, el más audaz y salvaje fue el que tenía menos edad: un adolescente de 15 años que, ni bien recuperó la libertad, volvió a la comisaría con dos acompañantes para apuñalar al jefe de turno y abrirle la puerta del calabozo a sus cómplices.

El terrible e inusual episodio, de acuerdo a fuentes judiciales, sucedió en la localidad de Máximo Paz y el caso es investigado por una fiscalía descentralizada de Cañuelas, con conocimiento del juez de garantías platense, Guillermo Atencio.

Eran las 22.30 del sábado. Un Peugeot 505 encallado en un zanjón le llamó la atención a un grupo de policías del destacamento local.

Los agentes tardaron poco en averiguar que era un auto que se habían robado en Lomas de Zamora. De allí se fueron y volvieron con las máquinas necesarias para retirar el vehículo.

En ese trayecto “se cruzaron con cuatro personas que viajaban en un Renault Megane y, como les parecieron sospechosos, los fueron a identificar”, dijo un detective.

Allí viajaban un menor de 15 años, dos jóvenes de 24 y 29, y una mujer de 33. Según la Policía, en ese rodado estaban las llaves del Peugeot robado. Y se los llevaron a todos a la seccional.

rescate comando

La fiscalía dispuso -algunas horas más tarde- que todos quedaran libres, por la naturaleza del delito investigado. El primero que lo hizo fue el adolescente, quien fue retirado por un familiar.

Casi a las 2 de la madrugada, la próxima en salir fue la mujer. Cuando ella le estaba confirmando sus datos al oficial de servicio, el que reapareció por la comisaría 2ª fue el menor que había sido liberado un rato antes.

Pero esta vez lo acompañaban otros dos jóvenes. Aparentemente ni le hablaron al efectivo, sino que lo empezaron a apedrear y hasta le pegaron una cuchillada en el pecho.

El policía estaba solo, confirmaron los voceros consultados, debido a que “sus compañeros estaban peritando el 505 robado”, señaló un vocero.

Acto seguido, los tres agresores le sacaron la pistola reglamentaria al agente y las llaves de los calabozos. Así liberaron a los otros dos detenidos que había por esa causa.

Hay un testigo en todo el episodio y es un oficial de la guardia urbana municipal, a quien la víctima “alcanzó a mandarle un mensaje de texto cuando vio llegar al menor con los dos cómplices”, apuntó un informante.

Esa persona pudo auxiliar al policía y probablemente fue fundamental para salvarle la vida.

De todas maneras, el estado del oficial, anoche, era grave. El cuchillazo le perforó un pulmón y tuvieron que derivarlo a una clínica porteña.

De las cuatro personas que habían sido llevadas a la seccional por el auto robado, la mujer todavía estaba allí cuando los compañeros del herido volvieron a la comisaría.

Esta vez, le volvieron a tomar declaración, pero por el nuevo delito, que lleva la calificación de “robo y tentativa de homicidio”.

“Ella sostuvo que lo más probable es que uno de los demorados haya dado una identidad falsa, porque hace poco salió de la cárcel y no quería que por esta causa le saquen la libertad condicional”, explicó un detective.

Este episodio remite de manera directa al que sufrió otra miembro de la fuerza hace un mes y medio. Fue cuando una agente pidió apoyo porque estaba sola con 20 presos en una comisaría de Dock Sud, Avellaneda, y se asustó cuando creyó que un intruso pretendía entrar a la seccional. Aquel hecho también ocurrió cuando empezaba la madrugada de un domingo.