Insólito: pese a que tiene 10 perros, le vaciaron la casa en Los Hornos

LA CASA A LA QUE ENTRARON LOS LADRONES, EL SÁBADO A LA NOCHE, EN MEDIO DEL FUERTE TEMPORAL. SE LLEVARON TODO

Los Hornos fue escenario de un robo totalmente insólito: en el peor momento del temporal, el sábado pasado, un grupo de ladrones desvalijó una casa ubicada en una zona rural. A pesar de la cantidad de agua que caía y, de lo intransitable de los caminos, la mayoría de tierra, los delincuentes se tomaron su tiempo y se llevaron casi todo lo que encontraron adentro de la vivienda, donde increíblemente hay 10 perros, que no alcanzaron para amedrentarlos, según contó -resignado- su propietario.

Todo sucedió en la casa de Juan Bautista Condomí Alcorta. Se trata de un comerciante de 27 años, quien habita en esa finca, ubicada en las calles 161 y 76.

En la tarde del sábado, según destacó el joven, estaba trabajando en su negocio de Los Hornos y luego de cerrar el local y, cenar con familiares, volvió a la vivienda junto a su pareja.

Las condiciones del tiempo dificultó seriamente el regreso, ya que, como se dijo, las calles estaban difíciles de transitar.

Al principio, cuando finalmente llegó, todo parecía normal.

Los perros, que estaban echados en la puerta de ingreso, salieron a recibirlo como siempre. Pero cuando abrió la entrada principal, para su sorpresa la situación era un verdadero caos.

“Todo estaba dado vuelta, sólo me dejaron la heladera”, narró la víctima frente a la tranquera de ingreso al terreno.

Repasando los hechos, tras ingresar al caserón y, enterarse de lo que había sucedido, el comerciante dijo que llamó a la Policía.

Después de esa comunicación, se puso a revisar toda la casa para comprender cómo había sucedido el robo, por dónde habían entrado los ladrones y qué se habían llevado.

“Doblaron una reja de la parte de atrás, rompieron el vidrio y abrieron la ventana”, detalló Juan Bautista.

Una vez adentro del inmueble, los autores del audaz golpe registraron cada dependencia y prácticamente la mudaron.

No contentos con eso, se desplazaron hasta una construcción situada a pocos metros, donde forzaron una cerradura.

“Lo raro es que en esa casita, donde guardo herramientas, hay dos trabas, una que no sirve y otra que sí. Misteriosamente sólo forzaron la que cerraba bien”, comentó el joven extrañado.

Antes de irse con el botín, los ladrones se dirigieron a una construcción lindera, en la que encontraron un grupo electrógeno y otros elementos de valor.

“Es todo muy raro, porque no encontramos huellas de autos. Se habrían llevado todo caminando hasta la calle. Hasta sacaron mis sillones. Se ve que se tomaron su tiempo”, concluyó Juan Bautista, que es familiar de un funcionario judicial de La Plata.