Boudou va a juicio oral: una inédita situación institucional

AMADO BOUDOU. EN UN HECHO INÉDITO PARA UN VICEPRESIDENTE VA EN CAMINO A UN JUICIO ORAL POR EL AUTO TRUCHO

Resolución completa del juez Bonadio

El juez federal Claudio Bonadio envió ayer a juicio oral y público al vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, acusado por la falsificación en 2003, de los papeles de transferencia de un auto cupé Honda que compartía con una ex pareja, confirmaron fuentes judiciales.

La situación procesal de Boudou -por primera vez en la historia del país un Vicepresidente deberá afrontar un proceso judicial de esta naturaleza en su contra, se precipitó en las últimas horas, cuando la Cámara Federal porteña rechazó el pedido de la defensa de nulidad del dictamen fiscal y, enseguida, el juez federal Bonadio denegó los pedidos de sobreseimiento, clausuró la instrucción y elevó la causa a juicio.

Junto a Boudou se sentarán en el banquillo de los acusados su ex mujer Agustina Seguin, la ex titular del Registro del Automotor número 2 María Graciela Angélica Taboada de Piñero y los gestores Andrés Soto y Rodolfo Basimian.

Todos comparecerán ante el Tribunal Oral Federal 1 como supuestos coautores del delito de “falsificación de documento público”, pero el debate aún no tiene fecha porque ese tribunal se encuentra realizando un extenso juicio a ex militares por el llamado “Plan Cóndor” de colaboración represiva entre dictaduras de los países del Cono Sur latinoamericano en los años ‘70.

APELACION

A la defensa de Boudou, no obstante, le queda la posibilidad de presentar un recurso a la Cámara Federal de Casación Penal para impugnar el juicio oral. Hasta anoche no se había informado si iba a dar ese paso.

Mientras tanto, Boudou tiene otras complicaciones legales: está procesado por negociaciones incompatibles con la función publica y cohecho en la causa Ciccone y la Sala I de la Cámara debe resolver en los próximos días si confirma el fallo del juez Ariel Lijo, quien también investiga al Vicepresidente por enriquecimiento ilícito.

La causa que ahora lo puede poner en el banquillo se inició en septiembre de 2009 por una denuncia de María G. Taboada de Piñero, titular de la oficina 2 del Registro Nacional del Automotor, ubicada en la calle porteña San José 151, 2º A, ante la supuesta adulteración en el número de motor y de formularios y firmas en la transferencia del vehículo auto Honda, modelo CRX, dominio B 2.423.822, modelo 93.

RECLAMO DE UNA EX

La acusación forma parte de una disputa legal entre Boudou y su ex esposa Daniela Andriuolo quien le reclama la mitad del valor como parte de la división de bienes su el divorcio.

El trámite, que se hizo en 2003, incluía un domicilio en la calle Berón de Astrada, donde el Vicepresidente no vivía.

Boudou le echó la culpa a los gestores y se declaró inocente, pero fue procesado -junto a esos gestores, su entonces novia Agustina Seguin, que usaba el auto- y el fiscal Guillermo Marijuán pidió que fuera a juicio oral, algo que la defensa del Vicepresidente impugnó.

ANTES, UN FALLO DE LA CAMARA

Ayer, la Sala II de la Cámara Federal porteña rechazó el pedido de nulidad del dictamen fiscal que había hecho el abogado defensor, Martín Magram, con los votos de los jueces Horacio Cattani y Martín Irurzun, mientras que el tercero, Eduardo Farah, no votó por encontrarse de licencia.

“La lectura de la pieza procesal cuestionada permite apreciar que el señor fiscal doctor Guillermo Fernando Marijuán ha cumplido debidamente con las exigencias” procesales, escribieron los jueces.

Casi inmediatamente, Bonadio -que investiga también a la presidenta Cristina Fernández por la causa Hotesur y es duramente cuestionado por el oficialismo, que hasta promueve su juicio político- cerró su participación en la causa elevándola a juicio oral, al sostener que “ha quedado claro que él mismo (Boudou) estampó su firma en el Formulario 04” con un domicilio “que no figura en el DNI -duplicado-” del Vicepresidente.

Bonadio le dedicó unos párrafos especialmente a los abogados de Amado Boudou, los doctores (Martín) Magram y (Jacobo) Grossman, para explicarles las pruebas contra su cliente, ante la persistencia de los letrados en seguir “repitiendo machaconamente” que el Vicepresidente era ajeno a la maniobra por los papeles truchos del auto.

Para el magistrado fue “un intento tan repetido que solo trasluce su intención de evitar el avance del proceso a la instancia del debate oral”.

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