Días dominados por festejos y tensiones

Una sensación de fin de año anticipado se empezó a vivir en estos días. La sucesión de feriados y asuetos que empezará en la previa de Navidad y se extenderá hasta después de Año Nuevo convirtió a la que termina hoy en la última semana del año. Al menos, la última semana completa del 2014.

Ya hay un clima festivo, que se potenció en estos días con el ruido de las recibidas en las calles de la Ciudad. Cualquiera que haya circulado por La Plata se habrá cruzado con jóvenes embadurnados de huevos y harina y con la ropa hecha jirones. Son los flamantes abogados, psicólogos, médicos e ingenieros (más de los primeros que de los últimos) a los que ahora les tocará enfrentar las complejidades de la inserción profesional. Pero eso vendrá mañana.

Hay algo de tensión en medio del clima festivo. De hecho, hasta se le ha puesto nombre: TAN. Es el “trastorno de ansiedad navideño”, del que se empieza a hablar como otro mal de época.

Diciembre tiene siempre ese ritmo vertiginoso, como si hubiera que arreglar todo antes de fin de año. Desde aquella tragedia del 2001, se lo ha asociado además a los traumas políticos. Por eso es que son semanas raras, que cabalgan entre lo festivo y lo complicado, entre la celebración y las tensiones.

En esa atmósfera empieza a despedirse un año que, como todos, tiene un balance complejo. Y asoma otro que, más allá de los imprevistos, estará seguramente dominado por el calendario electoral.

Las elecciones serán las grandes protagonistas de un 2015 en el que todo estará en juego. Se renueva, como se sabe, desde la Presidencia de la Nación hasta las bancas de concejales. La política ya vive un estado galopante de ansiedad y, en ese plano, será un verano caliente.

La gente todavía no parece muy conectada con el clima preelectoral. Menos en estos días, donde sólo se piensa en regalos, muñecos, fuegos artificiales y vacaciones. Pero aún en ese paisaje, la política busca copar el escenario. La Ciudad, sin ir más lejos, empieza a llenarse de catelería y pasacalles con fotos y nombres de candidatos o aspirantes a candidatos. Será, seguramente, la escenografía del año que se inicia.

Esta semana, mientras tanto, se produjo una de esas noticias que exceden la coyuntura y se anotan para los libros de Historia: la reanudación de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba marca un giro de envergadura y abre el camino para el levantamiento del bloqueo que lleva más de cincuenta años. Es uno de esos hechos que confirma -como lo dice la canción- que nada es para siempre. Y que aún cuando parece imposible, el diálogo y la negociación son herramientas que siempre pueden cambiar las cosas. Quizá sea una buena lección de Fin de Año.