La política baraja sus cartas

CARRIÓ INTENSIFICA EL COQUETEO CON MACRI MIENTRAS OTROS PRECANDIDATOS TEJEN POSIBLES ESTRATEGIAS PARA ENCARAR EL 2015

Por MARIANO SPEZZAPRIA

Twitter: @mnspezzapria

El salón de los Pasos Perdidos fue testigo, el último jueves, de un encuentro entre Julio Cobos y Sergio Massa. El día anterior, el oficialismo había avanzado en su intención de reformar el Código Electoral para posibilitar que Cristina Kirchner sea candidata al Parlamento del Mercosur en 2015 y la oposición comenzó a entrever la necesidad de aunar criterios para afrontar la parada. Esa charla informal en la antesala del recinto de la Cámara de Diputados puede anticipar otras que vendrán.

Cobos resistió la avanzada de Elisa Carrió para poner a UNEN al servicio de la candidatura de Mauricio Macri, pero ahora advierte que la presión dentro de la UCR también es fuerte y que el contacto con Massa le puede permitir contrarrestarla, en una postura similar a la que adoptaron otros dirigentes radicales como el jujeño Gerardo Morales y el tucumano José Cano. Éste último participó de la conversación y tiende un puente de diálogo con el líder del Frente Renovador.

CARRIO-MACRI

También en la noche del jueves, Carrió se tomaba una fotografía que irradiaba afinidad con el alcalde porteño, durante una cena organizada por una fundación que encabeza la senadora del PRO Gabriela Michetti, quien oficia de nexo entre ambos. Carrió quiere competir en las PASO contra Macri, pero ayer sorprendió al postularse además como candidata al Parlasur, para oponerse a la nómina que llevaría como primera candidata -son 43 escaños- a la Presidenta de la Nación.

“A nosotros nos conviene esto que están haciendo, porque ellos van a poner delincuentes en las listas y la gente se va a dar cuenta”, había comentado el miércoles la propia Carrió ante un grupo de diputados -entre los que sobresalía Martín Lousteau- cuando el legislador oficialista Jorge Landau exponía los puntos centrales del proyecto del FPV. En UNEN, mientras tanto, ya comenzó a circular el nombre de la diputada Margarita Stolbizer, denunciante de la Presidenta en la causa Hotesur.

POCO RELIEVE

En rigor, el Parlasur es un destino de escaso relieve político para Cristina Kirchner, puesto que sesiona una sola vez al mes y el trabajo de sus integrantes está absolutamente opacado por las cancillerías de los países del bloque regional, que no quieren ceder protagonismo. Los propios jefes de Estado también fomentan la llamada “diplomacia presidencial”, de contacto directo entre pares, lo cual deja poco lugar para la actuación de otros estamentos institucionales en el Mercosur.

Sin embargo, el proyecto impulsado por el oficialismo en el Congreso puso la elección de diputados regionales en el tablero político argentino, a la vez que le abrió a la Presidenta la puerta para participar de la contienda electoral el año próximo. De este y otros temas conversaron Massa y Cobos, quien debió salir a negar ayer que vaya a postularse como candidato a gobernador de Mendoza -donde las encuestas le dan bien- luego de que se filtrara una imagen de la charla.

Cobos, quien sostuvo de todos modos que la política es “dinámica”, podría encaramarse a la estrategia de un sector de la UCR para sumar gobernaciones e intendencias en 2015, como una manera de recuperar poder territorial en el interior del país para luego hacerse fuerte a nivel nacional. El ex vicepresidente sabe además que algunas fuerzas que integran UNEN privilegiarán la candidatura del socialista Hermes Binner sobre la suya, como el caso del frente Libres del Sur.

Mientras tanto, en el oficialismo tampoco es todo un lecho de rozas, a juzgar por las operaciones cruzadas que se registran entre kirchneristas y sciolistas, que tratan de consolidar la candidatura del Gobernador pero que también se van tropezando con las piedras que dejan en su camino los estrategas de la Casa Rosada. Así, no sólo el ministro Florencio Randazzo confirma su intención de competir con Scioli en las PASO, sino que otros dirigentes de peso abjuran de su estilo político.

No obstante, Scioli persiste en su curso de siempre -esta semana recordó los 25 años del accidente que le costó un brazo cuando era motonauta- y ha logrado sembrar entre los empresarios la idea de que el oficialismo puede ganar en primera vuelta en 2015, sin necesidad de ballotage. En la reciente cumbre de la UIA circuló ese diagnóstico como un reguero de pólvora, sobre la base de que la economía saldrá de su actual estado recesivo para recuperar la senda del crecimiento tras el verano.

El optimismo oficialista resultó tan notorio en la convención de Pilar que hasta trascendió allí que al ministro Axel Kicillof le gustaría ser compañero de fórmula de Scioli, como una forma de garantizar la continuidad del modelo económico vigente. En el evento resultó evidente la tensión que existe entre el Gobierno y la multinacional Techint, a la que en el Palacio de Hacienda acusan de querer desestabilizar la economía en términos macro para condicionar el futuro político del país.

Las usinas oficialistas se hicieron eco de la investigación judicial que sacude a Brasil por un escándalo de corrupción con miles de contratos de Petrobras, uno de los cuales refiere a Techint. Aunque los voceros nada dijeron sobre el hecho de que también aparece en la lista la empresa Skanska, vieja conocida del Gobierno. Mientras tanto, el Grupo de los 6 -que agrupa a las cámaras empresarias más poderosas- se encamina a presentar una demanda contra la Ley de Abastecimiento.

ALIVIO EN GANANCIAS

Con tanto ruido en el frente empresario, que no contribuye a apaciguar la ministra Débora Giorgi, la Presidenta tomó el miércoles pasado una medida acertada, que anunció justamente ante los hombres de negocios: la eliminación del cobro del impuesto a las Ganancias para el medio aguinaldo de diciembre, hasta un tope de $35.000. Aunque cedió a las protestas de los gremios -especialmente los del transporte-, Cristina Kirchner logró de ese modo descomprimir la tensión con los sindicatos.

No es un hecho menor si se considera que la escalada del conflicto gremial se había convertido en el principal elemento de discordia en un mes de diciembre siempre complicado para la Argentina. Sin embargo, los sindicatos volverán a reunirse el próximo martes y dejarán en claro que los reclamos contra el tributo de Ganancias volverán a activarse a partir del primer día de 2015, puesto que la escala del gravamen no ha sido modificada en dos años y perjudica a un millón de trabajadores.

Detrás de este conflicto, como ya se informó en esta columna, se corporizan algunos aprestos para la reunificación de las CGT, en un proceso de negociaciones que llevará varios meses y que recién se anunciaría unos días antes de las PASO, en agosto próximo. Para ese momento, los popes sindicales -que son expertos en el arte de sobrevivir políticamente- van a tener claro el estado de la economía y sabrán qué candidato tendrá más chances de suceder a la Presidenta dentro de un año.