Goles fantasmas, relojes infalibles y miles de dólares

LA JUGADA QUE TERMINO CON EL TRIUNFO DE BELGRANO ANTE RIVER SIGUE SIENDO UN TEMA DE MUCHA P0LEMICA

Por EDUARDO TUCCI

El grosero error que definió el partido disputado en Córdoba devolvió a los primeros planos un tema que no es nuevo y ha sido motivo de infinidad de controversias en particular cuando algún equipo se ha sentido afectado por un fallo arbitral como el que dejó a River con las manos vacías. La tecnología en el fútbol, más allá de las polémicas, resulta una necesidad imperiosa que más temprano que tarde deberá aplicarse en nuestro fútbol.

Muy lejos de dispositivos de alta gama, por ahora la penetración tecnológica en los torneos locales se quedó en la utilización de un aerosol con espuma que se utiliza para marcar la distancia entre la pelota y la barrera en un tiro libre. De allí en más nos hemos quedado estancado en polémicas estériles y en pronunciamientos como los de Ramón Díaz el domingo a la noche después del gol fantasma en Córdoba: “Que de una vez por todas, se utilice la tecnología para definir si este tipo de jugadas son gol o no…”

Después del tanto fantasma de Belgrano todas las miradas se posaron sobre el Brasil 2014 ya que en la Copa del Mundo la FIFA implementará un sistema para detectar y ayudar a los árbitros en jugadas similares a la ocurrida en el estadio Kempes. La decisión del máximo organismo del fútbol se tomó luego del debate surgido en “Sudáfrica 2010” cuando Inglaterra fue privado de un gol legítimo en el partido de octavos de final ante Alemania.

La tecnología en cuestión –dispositivos de detección automática de goles, denominado DAG--, ya se aplicó en la Copa Confederaciones disputada el año pasado, se ha puesto en práctica en el Mundial de Clubes desde hace dos años y se usa también en la Premier League.

¿Y como funcionarán estos modernos dispositivos en la máxima contienda continental? El sistema que se utilizará en cada uno de los estadios de la Copa del Mundo será el “GoalControl” con la instalación de 14 cámaras de alta velocidad distribuidas por todo el campo de juego, de las cuales siete enfocan a cada arco. De esta manera, la posición de la pelota quedará captada en 3D de manera continua y automática. Al producirse un gol, los árbitros recibirán la señal en un reloj que llevarán en sus muñecas. Concretamente se iluminará la palabra “Goal” si se marcó un tanto.

Como antecedente también habría que tomar en cuenta que en los partidos de la Premier League se viene utilizando un dispositivo similar desde la actual temporada y está fresco el recuerdo del festejo trunco de José Mourinho y sus jugadores en un partido ante el Hull City, cuando el árbitro no le cobró el gol al Chelsea porque en su reloj en ningún momento recibió la señal correspondiente.

Hay un tema que puede llegar a constituir una traba irreparable para la aplicación de esta tecnología en nuestro país y tiene que ver con los costos que deben afrontarse para su implementación. La instalación de “GoalControl en cada uno de los estadios del Mundial obliga a una erogación aproximada de 160.000 dólares, cifra inalcanzable para cualquier club argentino por lo que la única posibilidad sería que la AFA corra con los gastos.

Más allá de las discusiones, los costos y otras yerbas, a esta altura lo que no admite discusión es la necesidad de incorporar la tecnología para dirimir jugadas clave. Todos somos conscientes de los riesgos que asumen los encargados de administrar justicia en el fútbol cuando deben decidir los fallos en una fracción de segundos y tienen que cargar con la “competencia” que significan las transmisiones de TV repitiendo una y mil veces cada jugada.