Universitario dio el batacazo frente a La Plata

JUAN VIDAL, JUAN WILCHES Y AGUSTIN ALESSANDRINI, EN PLENA MAREA NEGRA, FESTEJANDO LA VICTORIA HISTORICA ANTE LA PLATA RUGBY EN GONNET

COMENTARIO
Por JUAN CANALE

En su vuelta al Grupo I, Universitario le ganó merecidamente a La Plata por 25 a 19 y festejó a más no poder el primer triunfo ante el Canario ante una multitud que vibró durante toda la tarde.

Los Canarios llegaban como claros favoritos a este encuentro, que se denomina clásico más por la cercanía de sus canchas (están enfrente), que por los duelos entre ambos, ya que el último había sido en el año 2003.

Y por ahí pasó la diferencia, porque fue justamente la U quien salió a jugarlo como un verdadero clásico. Lo disputó como una final, con dientes apretados y no paró de correr un minuto.

Sabían que esa era la manera de jugar ante un rival que de antemano era superior y que si le daban espacios la podían pasar mal.

El plan salió a la perfección. El pack albinegro dominó siempre en el line y en el scrum. Así como también prevaleció en los puntos de encuentro, donde consiguió recuperar varias pelotas. Y cuando no podía hacerlo, hizo lenta la salida de la pelota a La Plata, que nunca logró hacer prevalecer su juego dinámico.

Comenzó ganando el dueño de casa con un drop de Ramiro Alvarez a los 3’. Enseguida, llegó el primer try del partido a través de una de las figuras de la cancha, el tercera línea Germán Persello. La conversión de Martiarena ponía el marcador 10 a 0.

Los jugadores y los hinchas Canarios se miraban sorprendidos, pero pudo reaccionar a tiempo. Aprovechó bien las pocas oportunidades que tuvo y generó buenos movimientos para llegar al try en dos oportunidades. Primero a través de Pedro Duro y luego Augusto Ramos. Con las conversiones de Mercerat pasaron al frente 14 a 11.

La Plata la pasaba mal en el scrum y encima sufría la amonestación de Juan Ignacio Della Salda. Esto permitió el regreso de Nahuel Tetaz Chaparro con la camiseta amarilla, luego de varias temporadas en el rugby europeo.

En el final, Joaquín Martiarena sacó un drop de la galera y dejó a su equipo a un punto. Si bien La Plata se fue ganando al descanso, la sensación fue que el local estaba mejor. Dominando las formaciones fijas y sobre todo muy bien anímicamente.

El gran dilema de la segunda parte era saber si Universitario iba poder aguantar el mismo ritmo. Ya que el Canario suele liquidar los partidos en esta etapa.

Pero catapultados por el aliento de su hinchada, los de negro no pararon nunca de correr. Se mostraron más duros en defensa, siguieron complicando a su rival en los puntos de encuentro y contó con un pack, que estuvo en una tarde magnífica.

Apenas iban 5 minutos cuando llegó el try del incansable “Cholo” Persello. El tercera línea marcó por segunda vez en el encuentro.

Con la conversión de Martiarena pasaron al frente 20 a 14. La Plata estaba desconcertado, no le salía una jugada y además le quitaron la posesión de la pelota, por lo que se le hizo imposible hacer su juego dinámico.

A los 21’ un nuevo try de la U dejó el tanteador 25 a 14 y obligó a la visita a salir buscar el try.

La Plata fue con más amor propio que buen juego y lo consiguió en las manos de Pedro Mercerat, que apoyó sobre la bandera. El tanteador quedó 25 a 19.

Quedaban 8 minutos por jugarse. Los dirigidos por Gonzalo Albarracín y Hugo Montenegro siguieron intentando, pero poco pudieron hacer ante la “pared negra” que se les plantó adelante. En el final, la U cuidó bien la pelota con sus delanteros y sólo tuvo que esperar el pitazo final del árbitro para desatar el delirio y la emoción de toda la parcialidad albinegra.

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