Entre jóvenes y no tanto, se impone otra vez la barba

MÁS LARGAS O MÁS CORTAS, MÁS INFORMALES O MÁS CUIDADAS, EN LAS CALLES DE LA PLATA LA BARBA PARECE IMPONERSE COMO “LA” MODA MASCULINA DE ESTOS TIEMPOS

Una moda recurrente a lo largo de la historia, la barba ha estado asociada en cada época a una tendencia estética, filosófica o social. Fue un emblema de la bohemia y el hippismo, luego tuvo una fuerte presencia entre académicos y militantes de la izquierda, y en la década del noventa casi desapareció. En los últimos años ha vuelto sin embargo a imponerse, aunque esta vez con una nueva identidad.

Estilistas, peluqueros, cultores de la moda y observadores en general, aseguran que la barba comenzó a reimponerse hace cinco años de la mano de algunas figuras de la escena mundial. Fueron actores como George Clooney, Daniel Day-Lewis y Brad Pitt quienes con su elección personal convalidaron de algún modo una tendencia que ya se había comenzado a gestar.

Lo cierto es que la barba de estos tiempos no es claramente la que solía sumar adeptos entre hippies, bohemios e intelectuales de ayer. Tal como la describen algunos estilistas, se trata más bien de una barba “tupida, pero prolija”, que “da tanto ejecutivo como intelectual” y que lo mismo “combina con unos anteojos delicados que con un tatuaje”.

“Yo creo que reapareció casi como una reacción a la metrosexualidad. No digo que la gente se esté dejando la barba para reafirmar su masculinidad, pero si para diferenciarse de cierta tendencia metrosexual”, sostiene el estilista Pablo Aranas, quien asegura que las barbas comenzaron a verse de nuevo en la calle hace unos cinco años y hoy son una suerte de boom.

A su entender, las nuevas barbas están relacionadas también con “una reafirmación de estatus social”. “Cuando la gente se deja la barba tiende a parecer más grande y hoy más grande está asociado también a más poder adquisitivo. Por eso son barbas que suelen estar acompañadas con buenos cortes de pelo, anteojos caros y buena ropa en general”.

Hay quienes aseguran sin embargo que el resurgimiento de la barba tiene que ver con el movimiento “hipster”, “una subcultura asociada con la música independiente y modos de vida alternativos que sería en cierto modo heredera del beatnik, el hippismo y el grunge”. Así lo explica Mario Bilche, un diseñador de modas de nuestra ciudad que va y viene de Los Angeles, donde lo “hipster” tiene una presencia mayor.

“La barba que está de moda ahora es sin duda un producto hipster -sostiene Mario-. Es una barba que tiende a usarse muy crecida como para dar un aspecto bien varonil, pero que en el fondo no deja de estar muy cuidada. Se ve mucho en personas que pretenden dar cierto aire de informalidad, pero que en realidad se cuidan un montón”.

Es por eso que “si bien es posible que la barba de hoy haya surgido en contraposición a la tendencia metrosexual de hace unos años, en el fondo no deja de ser una manifestación del cuidado masculino extremo, propio de la metrosexualidad”, opina el diseñador.

Con un sentido estético o con otro, lo cierto es que el pelo en rostro vuelve a ganar terreno en todo el mundo. Prueba de ello son tanto las caídas en las ventas que vienen reportando en los últimos años Gillete y Schick (dos de las firmas más emblemáticas de afeitadoras descartables) como el surgimiento en Estados Unidos y Europa de empresas que ofrecen implantes de barba para aquellos hombres que desean tener una pero no logran que les termine de crecer.

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