Trabajar en capital federal: más gastos y más tiempo para el viaje

Por ALEJANDRO SALAMONE

Los platenses que trabajan en Buenos Aires añoran aquella época -hace unos diez años- cuando llegar a capital federal les demandaba en promedio de 40 minutos. Ahora lograr ese tiempo resulta casi imposible. Una nutricionista que viaja dos veces por semana a Parque Patricios, para estar a las 8:45 en su lugar laboral tiene que salir de nuestra ciudad a las 6 de la mañana. Y no solo eso. Soledad Lucero resalta que el pasaje en micro cuesta 25 pesos y las unidades son más incómodas que antes porque ya no tienen asientos reclinable; el subte que debe tomar en capital aumentó hace poco y sale $4,50, y con todo esto los viajes resultan caros, largos y hasta estresantes.

Ir en auto no hace ganar tiempo y sin los viáticos correspondientes se torna cuesta arriba para quienes trabajan en capital. Entre el combustible y el costo del peaje hay que calcular entre 2.500 y 3.000 pesos mensuales (ver aparte).

Hernán Segurola recorre los 110 kilómetros entre ida y vuelta casi todos los días, incluso los fines de semana y desde hace bastante tiempo. “A partir de Quilmes se circula a paso de hombre, uno se acostumbra y se llena de paciencia. Y ni hablar si al volver te agarra el tránsito de un fin de semana largo. La Autopista se colapsa rápidamente, no sabés de dónde salen tantos autos, y ahora que la están remodelando -tercer carril- hay tramos que se tornan mucho más lento”.

El panorama vial, con embotellamientos y demoras, no solo no cambia al llegar a Buenos Aires, sino que suele complicarse más. En ese sentido, Segurola aclara que “para circular por el microcentro en hora pico hay que contar con una oblea que lo autoriza y vale 300 pesos. Hay momentos que cierran zonas por saturación y solo pueden ingresar aquellos que cuentan con esa oblea que instrumentó el gobierno porteño. Además, estacionar vale unos 80 pesos más de tres horas, pero al aire libre. Y si hay que comer allá se gasta entre 40 y 70 pesos, según el menú, eso dentro de todo es barato”

Segurola hizo mención a algunos gastos que aquellos que viajan todos los días, a su criterio, deberían tener en cuenta: “hay que reforzar los cristales de los vehículos porque al pasar por algunos asentamientos se puede sufrir ataques a piedrazos”.

EN MICRO, COMBI Y SUBTE

“Cuando vine a vivir a La Plata en 40 minutos estaba en capital en micro o auto. Pero eso fue hace diez años -recuerda Soledad Lucero-. Ahora salgo a las 6 de casa en taxi hasta Plaza Paso, de ahí tomo el colectivo y bajo en Alsina tipo 8:15. Hasta Parque Patricios tengo media hora más” en subte.

El pasaje en colectivo vale 25 pesos y el subte 4,50 pesos. Es decir que diariamente para ir y venir en esos medios de transporte se gasta 58 pesos diarios que, en veinte días laborales al mes, representan 1.160 pesos.

“Los primeros años elegía viajar en auto pero ahora realmente es estresante”, dice Soledad, que se desempeña como nutricionista perito en el ministerio público o Defensoría del pueblo del gobierno porteño, y agrega: “además se puede tardar más y se gasta más en auto que en micro, o sea que no tiene sentido”.

La profesional destaca, sin embargo, que las unidades son incómodas “porque dejaron de tener asientos reclinables, pero lo bueno es que rara vez la gente viaja parada como sí ocurría hace unos años”.

Celia Dittler, una administradora de empresas que trabaja en el Belgrano Cargas, dice que “trato de ir a capital en horario no pico. Entre las 6 y las 9 es un verdadero infierno, embotellamientos, demoras, mucho nerviosismo arriba de la autopista, pero después de esa hora se agiliza un montón el tráfico y por ende se llega mucho más rápido”.

“En los horarios pico se puede tardar más de media hora para bajar en capital, en cualquier ingreso, y eso lógicamente es muy negativo para aquellos que vamos a trabajar”.

Dittler añade que “he viajado en todos los medios y movilizarse allá en auto es también incómodo. Ahora lo hago en colectivo o en combi para regresar, que también cuesta 25 pesos y salen desde varios lugares. Además uso el subte que cuesta 4,50 pesos y es un medio dentro de todo rápido”.

Según la administradora de empresas, “no es tan sencillo que los empleadores ya sean público o privados, reconozcan los viáticos de traslados para aquellos que vivimos en La Plata o en otros lugares alejados. Por ejemplo tomar combis desde Tigre u Olivos es más caro que hacerlo desde nuestra ciudad, ya que vale 35 pesos”.

“El tema de la comida representa lógicamente otro gasto, pero la variedad en ese rubro es muy grande y existen menúes ejecutivos que van desde los 50 hasta los 100 pesos, muchas ensaladas, tartas y comidas rápidas”.

Para Carlos Trípodi, otro platense que trabaja en Buenos Aires, “hoy en día se vive en la Autopista lo mismo que hace quince o veinte años en la avenida Calchaquí. Es decir, grandes embotellamientos, avance a paso de hombre y la única alternativa para los conductores es armarse de paciencia”, expresa el empleado de comercio.

Trípodi hizo mención a un problema con las empresas de colectivos: “Para los que vamos a Retiro, en varios horarios no te dejan en la misma estación, sino en calles de adyacencias y aún más alejado, lo que genera inconvenientes de traslado e inseguridad para la gente en una zona peligrosa de capital”.

LA OPCION DEL TREN

Teresa Ramadi también viaja todos los días a Buenos Aires por trabajo. Vive en Villa Elisa y desde que “descubrió” el tren -dice entre risas- dejó de usar el auto, el micro y las combis para llegar a su ámbito laboral.

“Me cuesta 12 pesos y el rápido que me deja en Constitución en poco más de media hora. Creo que para aquellos que están cerca de esa Estación, no hay mejor manera de viajar. En los trenes ha mejorado mucho la seguridad y las comodidades de las formaciones, hasta los baños están en muy buen estado”, apuntó Ramadi.

Ya en capital federal Ramadi se maneja en colectivo y asegura que con este combo “los gastos de traslados se achican considerablemente, hasta más del 50 por ciento”, concluyó la vecina de Villa Elisa.

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