Aseguran que internet encierra cada vez más peligros para los adolescentes

LA PROLIFERACIÓN DE DISPOSITIVOS MÓVILES ENTRE LOS CHICOS GENERA TAMBIÉN QUE EL TIEMPO QUE LOS CHICOS PASAN CONECTADOS A INTERNET SEA CADA VEZ MAYOR

Que internet encierra varios riesgos y peligros para los chicos no es a esta altura ninguna novedad. Pero lo que ya es una verdad repetida de este último tiempo volvió esta semana a cobrar una nueva vigencia ante la opinión de los propios involucrados en el tema: luego de que el 70% de los adolescentes reconociera la existencia de riesgos para su privacidad y/o seguridad física en el uso de internet, según un informe difundido por el Ministerio de Justicia de la Nación, distintos expertos no sólo confirmaron la mirada que algunos jóvenes pueden tener sobre el tema sino que, además, coincidieron en que los peligros en el universo virtual son cada vez mayores.

El dato que alerta sobre la preocupación de los chicos corresponde a la encuesta del programa “Con vos en la web”, de la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales del Ministerio de Justicia de la Nación y según la cual entre el 70% de los adolescentes que observa algún tipo de riesgo, el 42% lo ubica en un “ámbito ajeno al propio uso”, es decir por la aparición de alguna clase de virus (el 27%) o por la posibilidad de un hackeo (15%).

Por eso, precisamente, los analistas y especialistas del programa infieren que “la percepción de riesgos está asociada a una amenaza externa, existiendo un alto grado de desconocimiento sobre los peligros existentes en las propias acciones o decisiones”. Entonces surge la pregunta: ¿los chicos saben de verdad los riesgos que encierra el mundo virtual?

“Ellos no miden el alcance de internet -responde Roxana Morduchowicz, especialista en cultura juvenil-. No imaginan por qué un extraño a quien no conocen y no los conoce, se interesaría por leer lo que escriben en su perfil. En su imaginario, solo quienes los conocen leerán sus textos. Para ellos, las audiencias son exclusivamente sus amigos”.

Cada vez hay más imágenes obscenas de niños en el mundo virtual, y se calcula que unos 750 mil pedófilos están conectados de modo permanente a la web en todo el mundo

Algo de lo que dice Morduchowicz entra en sintonía con la mirada de Ezequiel Villanueva, especialista en delitos informáticos: “Hoy nos enfrentamos a una doble cuestión. Por un lado, el hecho que cada vez más adultos usen internet como medio para desarrollar sus perversiones, y por el otro el hecho que los chicos establecen sus contactos en el mundo virtual a edades cada vez más tempranas”.

Lo que dice el experto tiene un correlato directo con la creciente cantidad de denuncias que existen en nuestro país sobre chicos víctimas de grooming o de algún tipo de acoso a través de internet. Si bien no hay cifras oficiales, Alerta Vida -una ONG que trabaja para cuidar a los chicos de potenciales pedófilos y recluta voluntarios contra la pedofilia- asegura que en Argentina hay por lo menos cien mil cuentas de Facebook que pertenecen a pedófilos que buscan menores en la red. Y acaso lo más inquietante: según sus datos, en el país siete de cada diez chicos sufrieron algún tipo de acoso virtual mientras navegaban por las redes sociales.

“Por año se denuncian a más de 2 mil pedófilos y sabemos que el 70 por ciento de los menores que tiene cuenta padeció algún tipo de acoso sexual por parte de adultos”, aseguran las autoridades de Alerta Vida, para quienes uno de los aspectos más alarmantes del tema es que “los pedófilos locales tienen perfiles en Facebook con total impunidad, incluso ponen los símbolos que los representan en sus biografías y muchos chicos no lo saben y los agregan como amigos sin entender a los peligros que se exponen”.

Sobre esto, desde la ONG se asegura que son varios los pedófilos que se enorgullecen de serlo y de compartir su material con otros pedófilos de distintas partes del mundo. Su lugar de contacto casi siempre es internet, se apunta, y es por eso que han desarrollado en los últimos años una personalidad cuidadosa que, se explica, obliga a los voluntarios a desarrollar técnicas innovadoras para poder detectarlos.

“Mientras la tecnología avanza, la legislación se queda en el pasado -asegura Villanueva-. Basta con decir que, a pesar de los rastreadores de pedófilos y de las advertencias que se lanzan en todo el mundo, lo cierto es que la pornografía infantil avanza en internet sin encontrar demasiados obstáculos. Cada vez hay más imágenes obscenas de niños en el mundo virtual, y se calcula que unos 750 mil pedófilos están conectados permanentemente a la web en todo el mundo”.

otros riesgos

El informe difundido esta semana por el Ministerio de Justicia de la Nación precisa que “el robo de datos personales (15%), el contacto con extraños (18%) o la exposición ante desconocidos de fotos y videos (10%) son problemas causados por el propio uso de la web que podrían solucionarse con modificaciones de conductas a la hora de navegar”.

El informe, que reunió 2 mil respuestas en 13 provincias argentinas, señala que las redes sociales y el chat son los servicios más utilizados entre los adolescentes, con 18 y 17% respectivamente, seguidos por los juegos online y las fotos, ambos con 12%.

Al cruzar las respuestas de usos con las de riesgos, los analistas concluyeron que los jóvenes se “exponen a un tipo de riesgo que ellos no toman como prioritarios. Los virus y el hackeo, tipos de peligros relacionados a amenazas externas y al uso de casillas de correo electrónico, son la principal preocupación”, indicaron.

“No es el medio el que corrompe -aporta la psicóloga Diana Díaz-, sino su mal uso. La buena gestión de los contenidos de internet es la clave. Las principales amenazas que atentan contra los jóvenes en la red se centran en el exceso de uso, el acoso y en el anonimato que encierra. La adicción al medio, las amenazas a su privacidad, la suplantación de identidad y el ciberacoso, todo ello influenciado por el anonimato propio de la red, provoca un sentimiento de indefensión en el joven”.

Según Díaz, “todos tenemos claro que en la calle hay muchos peligros y que dejar a un chico allí siempre es un riesgo. Bueno, con las nuevas tecnologías sucede exactamente lo mismo; es como si dejáramos a nuestro hijo pequeño con las puertas de casa abiertas”.

modalidades

Una modalidad que suelen utilizar los pedófilos es la del “child grooming”, que consiste en el acoso a través del chat y en la inducción creciente a que el niño realice acciones frente a la cámara web, que despiertan el placer del acosador, sin que el niño perciba siquiera su verdadero rostro.

“Por eso es fundamental que se sumen los voluntarios a esta cruzada para detenerlos”, se apunta desde Alerta Vida, donde sus expertos aseguran que uno de los mayores problemas es la facilidad que tiene cualquier pedófilo para generar espacios en internet donde encontrarse, intercambiar material o coordinar estrategias de abordaje de chicos, evitando la justicia.

Los buscadores más populares, se apunta, son los más peligrosos. Basta teclear algunas palabras clave como “boylover” (niño amante), “girllover” (niña amante), “babylover” (bebé amante) o “childlover” (chico amante), entre otras, para que los buscadores tradicionales entreguen cientos de páginas como resultados, entre los que se esconden decenas de espacios virtuales dedicados a la pedofilia. “Hicimos denuncias sobre esto, -aseguran en Alerta Vida-, pero en nuestro país los jueces siguen desconociendo el funcionamiento de las redes sociales, las páginas web y las nuevas tecnologías aplicadas a la pedofilia”.

En Argentina rige la ley 26.388 sobre delitos informáticos, que fue sancionada en 2008 pero que, según sostienen los expertos, tiene como principal problema la definición conceptual de lo que es un “delito informático”. Al ser un término tan amplio, a veces ambiguo, no son pocos los que aseguran que suele resultar difícil enmarcar las infracciones que se cometen en internet. La ley, de hecho, no contiene figuras propias y específicas como el “pedófilo”, lo que hace mucho más complicada su aplicación.

”Cuando se puede detectar y comprobar el abuso sexual infantil -explican en la ONG-, el pedófilo tiene como pena máxima cuatro años de prisión. Es muy poco. Si observamos el crecimiento que ha tenido este problema en el último tiempo, vamos a coincidir en que las penas no alcanzan”.