La difícil misión de insertarse en el mundo laboral para miles de jóvenes

EN LAS GRANDES INDUSTRIAS ENTRAN MUY POCOS JOVENES DE ENTRE 18 Y 24 AÑOS A TRABAJAR. PREFIEREN MANO DE OBRA CALIFICADA Y CON EXPERIENCIA

Por ALEJANDRO SALAMONE

Falta de experiencia; jornadas laborales de ocho horas o más que no dejan margen para seguir con los estudios; retaceo de los empleadores a la hora de afrontar las cargas económicas que representa tener un trabajador “en blanco” en periodo de prueba; no contar con la escuela secundaria completa -aún cuando las razones puedan ser entendible-; o bien carecer de movilidad, como por ejemplo una moto para al menos hacer de delivery, son algunas de las trabas que encuentran los jóvenes a la hora de intentar insertarse en el mundo laboral.

Conseguir trabajo no les resulta para nada sencillo a los chicos de entre 18 y 24 años, y cuando lo encuentran a veces las condiciones resultan paupérrimas, casi rozando la explotación, según contaron algunos de los adolescentes.

“Hoy por hoy no hay incorporación de mano de obra por parte de las industrias y pymes, y mucho menos de gente joven”, dijeron desde la Unión Industrial a nivel local

La última estadística del Indec correspondiente al primer trimestre de 2014, demuestra que en el Gran La Plata, la tasa de Actividad es del 47,3%, la tasa de empleo 44% y la tasa de desocupación del 7%.

Resultados similares registró el último relevamiento sobre empleo realizado por la Municipalidad de La Plata, con el agregado del siguiente porcentaje de la Población Ocupada por Franjas Etarias en nuestra ciudad, donde los jóvenes quedan rezagados:

De 15 a 19 años 3,31% y de 20 a 24 años 10,56%, es decir que entre las dos franjas representan sólo un 14% del total de ocupados ya sea en el sector público o privado, una cifra considerada “muy baja” por los especialistas.

El presidente de la Unión Industrial del Gran La Plata (UIGLP), Francisco Gliemmo, reconoce el problema, aunque lo enmarca en un contexto general de la economía a nivel nacional: “Hoy por hoy no hay incorporación de mano de obra por parte de las industrias y pymes, y menos de gente joven”, señaló el dirigente, y amplió la idea al apuntar que “todos los años entre 250 mil y 300 mil jóvenes buscan incorporarse y hacer sus primeras armas en el mercado laboral, pero para que eso suceda necesitamos un crecimiento del PBI (Producto Bruto Interno, que expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios de demanda final de un país), del 2 por ciento, mientras en Argentina está claramente en baja”.

Ante este panorama, Gliemmo señaló que “en un estado de recesión de la industria y estancamiento en el PBI, es imposible afrontar esa demanda laboral que cada año le inyectan los jóvenes al mercado. De esta manera, a los chicos les resulta muy difícil conseguir su primer trabajo en las empresas, porque directamente no se necesita mano de obra”.

“Y no solo eso, hace poco a nivel región del Gran la Plata, la Mesa Institucional, integrada por numerosos sectores productivos y económicos, dio a conocer un documento con propuestas concretas para evitar que se pierdan fuentes laborales. Porque si seguimos con este panorama vamos camino a eso”, expresó el representante de la UIA.

LA FALTA DE EXPERIENCIA Y UN PROYECTO EN MARCHA

Desde la Fundación Crear, que en nuestra ciudad viene trabajando desde hace 25 años con jóvenes para formarlos, ayudarlos y brindarles las herramientas necesarias para conseguir trabajo, indicaron que cada día son más los cientos de adolescentes que salen a buscar empleo al cumplir la mayoría de edad y se encuentran con una gran variedad de dificultades para acceder al mercado laboral.

Una de estas “trabas” -apuntaron- es la falta de experiencia muchas veces solicitada por el empleador, como punto primordial y hasta veces excluyente.

El director ejecutivo de la institución, Marcelo Koyra, dijo sobre el tema que “hemos elaborado el proyecto de Ley de Promoción del Empleo Joven. El anteproyecto ya fue presentado en la Legislatura bonaerense y apunta a que los jóvenes de 18 a 24 años de edad de los sectores más vulnerables, que se encuentran desocupados y trabajan en condiciones informales, puedan acceder a su primer empleo registrado”.

Uno de los puntos salientes del proyecto es que todos los jóvenes puedan tener su primer empleo, sin la exigencia de un trabajo anterior y que las Empresas tengan dentro de su total de empleados un 20% de trabajadores de 18 a 24 años, para garantizar de esta forma, el empleo joven.

De aprobarse el proyecto, desde la fundación aseguran que miles de jóvenes de la Provincia tendrían garantizado el acceso a su primer trabajo registrado.

“Es importante además que la iniciativa plantea priorizar en las incorporaciones a los jóvenes de menos y menores oportunidades”, destacó Koyra, haciendo referencia al apartado que asigna prioridad para aquellos provenientes de familias cuyo ingreso sea inferior o equivalente al salario mínimo vital y móvil.

EL PERIODO DE PRUEBA

Los responsables de pymes platenses consultados sobre esta problemática, hicieron mucho hincapié en lo “costoso” que les resulta el periodo de prueba de un joven que se inicia en cualquier actividad laboral, que generalmente “se extiende durante tres meses” y que por esa razón a veces se prefiere hacerlo “en negro” con el riesgo que eso implica para las empresas.

En tal sentido, Gliemmo subrayó que “los costos de tener un empleado en blanco por el periodo de prueba son muy altos para las pymes, por ende lo que vale la inclusión de un joven en el mercado laboral resulta muchas veces imposible de costear para determinadas empresas, con el problema de que si la experiencia no resulta, después se le debe abonar a la persona proporcionales de aguinaldo, vacaciones, según los casos y los distintos estatutos. Es mucha plata, y la realidad es que a veces ocurre que se toma ´en negro´ durante unos días y si después el joven convence a los referentes de las empresas, se lo blanquea, como corresponde”.

ESTADISTICAS QUE PREOCUPAN

Según destaca un reciente informe del economista Eduardo Donza, del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), la experiencia indica que en períodos en que cae el crecimiento de la actividad, el mayor impacto en el mundo laboral se da en la población joven.

Los datos de la encuesta nacional de esta institución educativa privada no difieren demasiado de los que surgen de la encuesta oficial: según el relevamiento de 2012 (último disponible), el 45,6% de los jóvenes de 18 a 24 años está desocupado u ocupado en puestos de baja calidad, mientras que otro 19% está inactivo (parte de ellos realiza actividades domésticas en el hogar). Sobre los que se declaran en actividad, el 21,5% busca trabajo y no encuentra.

Los jóvenes que ni estudian ni trabajan son 748.000, un 15,3% del total de la población de 18 a 24 años, según un informe del Ieral de la Fundación Mediterránea, realizado sobre la base de datos no difundidos de la Encuesta Permanente Hogares del Indec del primer semestre de 2013.

En 2003 ese índice se ubicaba en 13,1%, y tuvo un pico de 16% en 2008 y 2009. La incidencia es mucho más elevada en la población femenina: hoy la tasa es de 23,4% entre las mujeres y de 8% entre los varones.

El estudio muestra también que 551.000 jóvenes están desocupados: representan el 19,5% de los activos (tienen tal condición quienes trabajan o buscan hacerlo) -una tasa que casi triplica el índice de desempleo medido sobre la población total-, a la vez que son el 11,3% si se considera la totalidad de personas de esas edades.

Los problemas persisten, sin embargo, para muchos que encuentran un puesto, ya que entre los asalariados jóvenes la informalidad trepa al 54%, contra una tasa que para el universo total de esos trabajadores es de 33 por ciento. Si se mira la población joven total, quienes ocupan puestos de baja calidad son 1,24 millones, un 25,4 por ciento, señala el informe de la mencionada fundación.