Conmoción por joven muerto en el barrio de Arquitectura

UN TESTIGO DIJO HABER VISTO A LA VÍCTIMA SALIENDO DE UN BAR A LAS 3 DE LA MAÑANA, EBRIO. Y CAER DONDE FINALMENTE LO ENCONTRARON. DECLARÓ QUE LE TIRÓ AGUA Y COMO NO REACCIONÓ, SE FUE

Comenzaba a amanecer y en las inmediaciones de la facultad de Arquitectura la mañana se despabilaba de a poco, hasta que el ritmo se alteró con un hallazgo espeluznante: sobre la calle 46 yacía el cuerpo inerte de un hombre, sobre la mancha de sangre que dejó en la vereda la herida de su cabeza.

En un principio se especuló con que podía tratarse de un crimen, pero con el correr de las horas y el avance de las pericias esa hipótesis fue perdiendo fuerza. Es que, más allá de la lesión en la cabeza -que los forenses estimaron compatible con una caída- “no se observaron signos de violencia a simple vista sobre el cuerpo ni en la escena”, dijo un jefe policial. Según el informe preliminar de autopsia, murió por síndrome asfíctico sin compresión manual, cuadro que en general se adjudica a la ingesta abundante de alcohol o drogas.

Hasta anoche la víctima no había sido identificada. Tendría entre 30 y 35 años. Y podría ser un trabajador de un obrador de la zona, a juzgar por su ropa.

Fue a las 7.30 cuando vecinos llamaron al 911 para denunciar que hacía varias horas que había un hombre tirado frente al acceso a unos galpones de una fábrica abandonada, en 46 entre 1 y 115. Estaba boca abajo y con los brazos al costado del cuerpo. Policías de la comisaría Primera corroboraron el dato y llamaron a una ambulancia para confirmar lo que parecía evidente: el muchacho estaba muerto.

La fiscal Ana Medina convocó al gabinete de Homicidios de la DDI La Plata, que localizó a un testigo importante. Se trata de un joven de 21 años que declaró haber visto a la víctima en estado de ebriedad a las 3 de la mañana, saliendo de un bar de la zona y caminando hasta caer donde lo encontraron. “Dijo que la víctima se cayó hacia atrás”, por lo que el joven “le tiró agua con un bidón esperando a que reaccionara”. Como eso no pasó, el testigo se retiró.

Los forenses que analizaron el cuerpo notaron un pequeño traumatismo y excoriaciones “compatibles con una caída leve, sin observarse traumatismo o heridas de importancia”. El fallecido no tenía objetos de valor, ni celular, documentación o dinero. Tirados a su lado había dos juegos de llave que serán peritados. El cuerpo fue trasladado a la morgue, donde a la tarde se le practicó la autopsia. La causa se caratuló “averiguación causales de muerte”.