La amistad, fortalecida en la era digital

La palabra “amigo” puede significar hoy en día varias cosas: un contacto en Facebook, un compañero del trabajo con el que hay afinidad o hasta alguno de los seguidores en Twitter. Pero, ¿son amigos realmente? En la era de las redes sociales, y cuando muchos creían que el universo virtual más que ayudar era un obstáculo para establecer verdaderos y genuinos lazos de amistad, hombres y mujeres de todas las edades supieron utilizar los nuevos medios de comunicación para construir nuevas formas de hacer amigos.

“El desarrollo tecnológico que fue pensado con fines de aumentar la productividad es utilizado cada vez por más personas con fines sociales, algo impensado para sus hacedores, lo que demuestra que existe una necesidad de conectarse”, apuntan desde la Asociación Psicoanalítica Argentina.

A través de las redes las personas intercambian experiencias, ideas, comentarios, opiniones, discuten, se emocionan, comparten y esto genera nuevos vínculos, además de continuar en el espacio virtual el contacto con las personas que vemos a diario. Algo que, coinciden los expertos, tuvo a los adolescentes como principales protagonistas y acaso impulsores del cambio.

“Si bien para los adolescentes de todos los tiempos la figura de sus amigos fue siempre importante, ahora cambió la manera de relacionarse con los demás”, dice Roxana Morduchowicz, especialista en cultura juvenil y autora del libro “Los chicos y las pantallas”. Según su visión, la vida social de los adolescentes de hace unos años, además de por la escuela y el barrio, pasaba por el teléfono de línea, que era muy controlado porque era caro. “Ahora -sostiene-, los chicos menores de 18 años disponen de una variedad de medios y soportes para su vida social: del teléfono de línea para hablar, del celular para mandar mensajes de texto y de internet para el chat, para el blog y para las redes sociales. Los jóvenes de hoy tienen su vida social mediada por una tecnología que antes no existía. En ese sentido, son diferentes, pero de ninguna manera esto quiere decir que sean menos sociables. Las tecnologías generaron nuevas formas de sociabilidad juvenil. En la Argentina y en el mundo, el principal uso que hacen los chicos de internet es social: se conectan para chatear o para estar en las redes sociales”.

“Si bien a veces las redes sociales pueden ser útiles para resucitar el contacto con amigos de la infancia, también pueden simular una cercanía que no es tal”

UN ESTUDIO

Esta semana, un trabajo realizado en conjunto por la plataforma social Taringa! y la compañía de investigación de mercados online Oh! Panel reveló que los argentinos tienen un amigo real por cada 60 contactos en las redes.

Según la psiquiatra María Laura Ponzuela, las tecnologías se han vuelto verdaderas “máquinas de la esperanza” en el terreno afectivo y son “el espacio habitual” donde se movilizan nuestras ilusiones y frustraciones.

“Las redes sociales pueden acercar o alejar a los amigos -dice la especialista-. Si bien a veces las redes sociales pueden ser útiles para resucitar el contacto con amigos de la infancia, también pueden simular una cercanía que no es tal. Hay muchas personas que están en línea o conectadas pero no comprometidas afectivamente. Lo que está claro es que las redes pueden ser un lugar útil y genuino para establecer nuevas amistades o fortalecer vínculos ya existentes, pero creo que tiene que ver más con las necesidades actuales de las personas de hoy que con las herramientas tecnológicas. Aunque claro: en cuestiones afectivas nunca se debe a una sola razón sino a factores multicausales”.

Interpretaciones al margen, los últimos estudios realizados sobre el tema arrojaron que los argentinos tienen, en promedio, 19 amigos “en la vida real” y 1120 en las redes sociales, lo que da, como se dijo, una proporción de un vínculo a la manera tradicional por cada 60 contactos virtuales.

La encuesta de Taringa! y Oh! Panel reveló también que el 57% de los entrevistados conoció “buenos amigos” a través de las redes sociales, aunque la escuela secundaria (en un 64% de los casos), la primaria (42%) y el barrio (30%) continúan siendo los espacios de socialización donde se conocen a los compañeros más íntimos.

Según la pesquisa, que indagó a 408 hombres y mujeres usuarios, las redes sociales ayudan a aumentar la frecuencia de reuniones con los amigos de toda la vida (en un 62,3% de los casos) y a construir una mejor relación con ellos (en el 50,7%).

Por otro lado, el estudio reveló que el 67,8% festejará este 20 de julio con amigos en una casa (69,1%), en una comida (26,3%), en un bar (21,6%), o yendo a bailar (20,8%) y sorprende que dos nuevas formas de encuentro para los entrevistados sea saludarse por Whatsapp (36%) o por Facebook (29,7%).

Con Facebook (89%), Taringa! (80,4%) y Twitter (51,5%) en el podio de las redes sociales más usadas, en tanto, más de la mitad de los entrevistados afirmó que pudieron hacer grandes amigos a través de ellas.

El sondeo indagó sobre las diferencias entre estos amigos y los conocidos a través de las redes sociales y arribó a los siguientes resultados: los amigos virtuales viven lejos y es difícil verse personalmente (46,6%), por eso el 41,5% todavía no se conoció.

Además, con los amigos conocidos a través de las redes sociales aseguraron que pueden hablar otros temas, más abiertos que con sus amigos de siempre (34,3%), sin embargo el 30,5% confía más en sus amigos de toda la vida y al 26,3% utiliza las redes para comunicarse con ellos de forma más fácil.

Aunque el Día del Amigo es una creación bien argentina, la temática que incluye la amistad y su relación con las redes sociales fue abordada también fronteras para afuera. Según una investigación encargada en el Reino Unido por Cystic Fibrosis Trust, de hecho, los usuarios de las redes tienen, en promedio, 121 amigos en línea, mientras que en la “realidad” cuentan con 55.

Además, el estudio afirma que las personas tienden a ser “más abiertas, confiadas y sinceras” con sus amigos virtuales que con los reales, lo que podría traer algunas ventajas a aquellas personas con alguna enfermedad que limite su movimiento o con problemas en la comunicación. “Para la mayoría de las personas, Internet es una manera de mantenerse en contacto con sus seres queridos y amigos, pero para las personas que están aisladas debido a una enfermedad, las redes sociales desempeñan un papel vital ya que, a menudo, pueden actuar como un salvavidas”, aseguran los hacedores del trabajo.