Motoqueros dispararon contra una casa y balearon a un joven

LA ZONA DONDE SE PRODUJO EL INCIDENTE. VECINOS Y POLICÍAS LO ATRIBUYEN A “PELEAS DE GRUPOS”

Hay un sector de La Granja en el que la calle parece haber quedado a merced de por lo menos un grupo de jóvenes, en el que las peleas arrecian sin ninguna manera de prevenirlas y algunas veces estallan en un pico de violencia salvaje.

Ese parece haber sido el caso de un enfrentamiento ocurrido ayer alrededor de las 14.30. A esa hora, dos muchachos en una moto aminoraron la marcha cuando llegaron al frente de una casa de 523 bis entre 141 y 142.

Uno de ellos desenfundó una pistola y gatilló sin contemplaciones en dirección a la vivienda. Lo mismo hizo cuando se cruzó con un grupo de vecinos que estaba parado en una de las esquinas, previo a lanzarles algún insulto.

Se desconoce con certeza cuántos tiros fueron, pero uno de ellos le pegó en la rodilla izquierda a un adolescente de 18 años, identificado por la Policía como Emir Orieta.

Al tiempo que los agresores se escapaban raudos, los allegados al herido pidieron auxilio al 911. El primer patrullero en llegar confirmó que las denuncias eran ciertas y, sin tiempo para esperar una ambulancia, los policías lo llevaron hasta el hospital de Melchor Romero.

“peleas constantes”

Las rencillas entre vecinos de esa porción del barrio no tienen fecha exacta de origen. Algunos voceros policiales hacen memoria y se remontan a seis meses atrás, cuando habrían vuelto a la calle jóvenes “con antecedentes penales”, según dicen.

De a poco, con sigilo y ante el camino allanado que les brindan sus vecinos asustados, se fue conformando al menos una banda de muchachos que, para la Policía, suelen estar involucrados en buena parte de los conflictos violentos que se suceden en el barrio.

Para los efectivos de la subcomisaría que cubre la zona se trata de un territorio difícil de transitar, debido a que la respuesta común que encuentran es el silencio: mientras que los jóvenes que protagonizan las peleas esquivan los procedimientos e interrogatorios, los vecinos por temor prefieren callarse y esconderse en sus casas.

Con ese panorama se encontró EL DIA cuando intentó averiguar cómo habían baleado al adolescente en la pierna. Un solo vecino, que remarcó que no se publique su nombre, deslizó que “son siempre peleas entre banditas” y que “casi nunca se meten con la gente del barrio”.

Tan constantes y repetidas parecen ser las peleas que, algunas horas antes de este último episodio, durante la madrugada se vivió otro enfrentamiento con disparos incluidos, del que oficialmente no se reportaron heridos y que ocurrió a metros de la riña de ayer, contaron los mismos vecinos.

La gente a la que asaltaron en La Granja, cerca de ese foco de conflicto, ratificó en su momento que nadie sabe con certeza el origen de los incidentes. Ninguno se animó a señalarlos como los responsables de los robos, pero sí se desmarcaron de ellos. “Tratamos de estar al margen, sin meternos con nadie para no tener problemas”, explicaron.

Para los investigadores de estos episodios ahora quedó la tarea en principio complicada de encontrar a algún vecino que pueda precisar quiénes fueron los motoqueros que pasaron a los tiros.

Incluso, todavía está la duda de si el agresor forma parte de un grupo antagónico al herido o si en realidad no fue más que una división interna. Hoy parece que las declaraciones bajo identidad reservada serían la única manera de echar luz en esta cuestión.