El biólogo ya se encamina al juicio, acusado de homicidio

HUGO CASTILLO, EL BIOLÓGO ACUSADO POR EL CRIMEN DEL FOTÓGRAFO ALFREDO GALEANO. AYER LE CONFIRMARON LA PRISIÓN PREVENTIVA

La Justicia penal platense convirtió ayer en prisión preventiva la detención del biólogo platense Hugo Castillo (52), acusado de haber ejecutado de dos tiros al fotógrafo Alfredo Galeano (39) el 10 de junio pasado, cuando llegaba a su casa de 37 entre 3 y 4.

La resolución, adoptada por el juez de Garantías que interviene en el caso, Juan Pablo Masi, por la secretaría del doctor Marcos Gómez, confirma lo dictaminado por el fiscal que investiga el caso, Marcelo Romero.

Para el juez -según se afirma en la resolución de preventiva- Galeano y la mujer de Castillo, Marcela Kaufmann, supuestamente eran amantes y el ahora imputado, que ya estaba en proceso de separación de su esposa, habría reaccionado por celos.

Esa es la principal hipótesis que maneja el fiscal y que ahora cuenta con el aval del juez.

En caso de quedar firme esta resolución, Castillo seguirá preso, al menos, hasta que se concrete el juicio oral y público.

Para el juez Masi, la investigación del ministerio público “fue brillante”, ya que ha logrado reunir una serie importante de indicios, que observados por separado aparentarían ser de menor entidad, pero analizados en su conjunto son suficientes como para “tener semiplena prueba e indicios vehementes”, para dictar la preventiva de Castillo por los delitos de “homicidio calificado por alevosía y uso de arma de fuego”, en perjuicio de Galeano; y por “coacción y amenazas”, al parecer contra su ex mujer.

El juez dio por acreditado que cerca de la medianoche de aquel día un hombre “mató a Galeano -quien fue abordado cuando arribaba a su domicilio- descerrajándole dos disparos con un arma de fuego de grueso calibre y por la espalda (uno en la cabeza y otro en la zona lumbar izquierda), que ocasionaron, instantáneamente, su deceso”.

Para el ministerio público es muy probable que para cometer el crimen el ahora sospechoso haya perseguido a Galeano durante varias horas: “Hablamos de un seguimiento o cacería”, dijo el fiscal, porque “las señales de los teléfonos celulares de la víctima y el imputado se superponen en la misma banda geográfica y horario”.

Esa valoración probatoria fue también abordada por el juez Masi, que hizo lugar en todos los términos a lo dictaminado por el fiscal.

Para llegar a esta decisión el juez tomó en cuenta los relatos de testigos, al parecer, de la persecución de Castillo a su ex mujer, entre ellos, el de un hombre que afirmó haber escuchado una charla del biólogo, en la que contó delante de otras personas que había contratado a un hacker y a un investigador -por 80 mil pesos-, porque se habría enterado de que su esposa lo engañaba. Y que “luego expresó: `ya está todo resuelto, se va (su mujer) a arrepentir de esto´”.